El riesgo de ser migrante y adquirir una discapacidad
Foto internet: Migrantes subiendo a La Bestia




Por Jonatan Gallardo

Para los migrantes, el traslado que realizan representa un riesgo a la salud. Según explica José Luis Moreno López, director de la Casa del Migrante de Lagos de Moreno, se encuentran ante dos situaciones de riesgo: la primera refiere a utilizar «La Bestia» como medio de transporte, pues debido a las condiciones en que viajan las personas, el desgaste las vulnera ante cualquier incidente.

«Para los migrantes es el riesgo que toman las personas, en general todas las que toman la llamada “Bestia”, porque muchas personas ni siquiera a su destino llegan. Hablamos de que muchos corren el riesgo de caerse y pueden ser mutilados de sus miembros, de sus extremidades, de cualquier parte a la hora de tomar el tren, porque muchas veces el cansancio les gana, pueden caer o resbalar, y son días que se avientan en el tren sin comer ni tomar nada».

En la segunda situación se encuentran los grupos delictivos que atentan contra la integridad física de los migrantes.

«El otro riesgo es que las bandas delictivas que los abordan en el tren, que les cobran derecho de piso por subirse al tren, entonces si no les pagaban ya una vez terminando el tren los arrojan, los avientan y si quedan vivos pues bueno, y si quedan muertos… Pero el mismo crimen organizado se encarga de eso; muchas de esas personas que se encuentran mutiladas o fracturadas es porque son arrojadas desde el tren».

La Casa del Migrante recibe a personas con discapacidad, la hayan adquirido en el viaje o nacido con ella. Moreno López ejemplifica con la historia de un migrante: se trataba de un hombre oriundo de Sinaloa que viajaba solo dentro del país, estuvo por nueve meses al cuidado de los que atienden dicho recinto. Él cayó del tren en movimiento y una de sus piernas se desprendió. Primero fue canalizado al Hospital Regional y posteriormente al albergue.

La persona fue atendida en la medida de las posibilidades de la Casa del Migrante, pues subsiste gracias a donaciones. En coordinación con otra asociación pudieron conseguirle una prótesis.

En 2010 la revista Migraciones Forzadas publicó una edición dedicada a la discapacidad y desplazamiento, donde se indica que las personas con discapacidad se encuentran entre las más abandonadas durante la huida, los desplazamientos y el retorno a sus hogares. A causa de las barreras físicas o comunicativas, las actitudes negativas u otras trabas, las personas con discapacidad se enfrentan a muchos obstáculos para acceder a la asistencia y protección.

Por otro lado, también se ven expuestas al aumento de su discapacidad durante el desplazamiento por culpa de los cambios en su entorno o por la carencia de servicios y cuidados apropiados.

Para entonces las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud mostraban que si bien las personas con discapacidad constituyen entre el 7% y 10% de la población mundial, se puede extrapolar que hay de 2.9 a 4.2 millones de personas con discapacidad entre los 42 millones de desplazados. Cifras que durante los últimos años ha ido en aumento.