Disfrutan niños y niñas los cursos de verano organizados por el CULagos




Por Tatiana Sánchez

Con el programa “Eureka: ciencia y arte para niños” y el programa “Cine club, un verano terrorífico”, el Centro Universitario de los Lagos en coordinación con el Centro de Atención Psicológica a la Comunidad, ofreció a niños y niñas de entre los 6 y 11 años de edad, distintas actividades que formaron parte de los cursos de verano 2018.

Luis Briones, prestador de servicio en el Centro de Atención Psicológica a la Comunidad y responsable del programa “Cine club, un verano terrorífico”, habla sobre el número de participantes y las actividades que estuvieron realizando:

“Estuvimos manejando dos cursos de diferente modalidad, el curso de la mañana corresponde a Eureka que tuvo una presencia de 39 niños y ya por la tarde El cine club, un verano terrorífico que contó con una presencia de 20 niños. El cine club iba relacionado con este aspecto del miedo, la parte de reconocer a qué le tenemos miedo, y también reconocer por qué tenemos miedo y una parte curiosa era preguntarles si realmente existían razones para tener miedo. […] Los cuatro días que estuvimos trabajando se mostraron muy curiosos, muy interesados por esta temática, es algo que les llama muchísimo la atención, ver el entusiasmo de los niños habla mucho de su entrega y de su verdadero interés hacia los cursos”.

En el caso del cine club las actividades terminaron el pasado viernes, mientras que Eureka cerrará el día de mañana con una exposición de los trabajos que realizaron los niños en la que participarán también los padres de familia.

Siendo los niños y niñas los protagonistas principales de estos cursos de verano que tuvo a bien ofrecer el CULagos a la población infantil de Lagos de Moreno, Señal Informativa se dio a la tarea de preguntarles a ellos, qué es lo pudieron aprender así como la actividad que más les gusto. Esto es algo de lo que compartieron:

Jonathan Emiliano:”Bailar, hacer volcanes”.

Fátima Lucia: “He aprendido a convivir, a hacer trabajo en equipo, a hacer experimentos, he aprendido los dinosaurios que habitaron México y todo eso”.

Sara: “Los primeros dinosaurios que habitaron en México o los que encontraron más bien, también aprendí a hacer papiroflexia, a hacer un cisne, hacer mandalas”.

Héctor Enrique: “Lo que he aprendido en estos cursos de verano es de convivir con los demás compañeros, a trabajar en equipo”.

Eduardo: “Esta semana he aprendido a convivir con mis amigos, a saber más de los dinosauros y aprender a tener una convivencia sana, es más divertido de lo que esperaba”.

Santiago: “He aprendido sobre los dinosauros y todos ya son mis amigos”.

Braulio: “Nos han enseñado experimentos, distintos tipos de dinosauros que todavía no conocía, hemos jugado juegos divertidos para hacer nueva convivencia con los nuevos amigos, no me lo esperaba y este es mi primer curso de verano”.

Enrique: “Ha convivir con nuevos amigos y experimentar cosas nuevas, a conocer nuevos maestros y a convivir”.

Aparte de brindar atención personalizada orientada en la psicología de las emociones, los niños tuvieron la oportunidad de reforzar contenidos académicos, así como la oportunidad de realizar actividad física que los mantuvo entretenidos y lejos de la tecnología y la inactividad que representan las vacaciones, tal como lo señala la señora Sandra Flores madre de familia:

“Desgraciadamente ahorita estamos en un momento en que la tecnología nos ha rebasado, hace mucho tiempo Einstein dijo que iba a haber una generación muy duramente de idiotas detrás de la tecnología y parece que llegamos a ese punto, los papás estamos muy ocupados en eso y los niños en lo mismo, ya no se asombran por cualquier cosa, ya no tiene tiempo de salir a jugar, no les asombran cosas habítales. […] Es muy importante llevarlos a la playa, o a otros lugares recreativos pero estas actividades tienen más trascendencia sobre su desarrollo. […] Es importante que interactúen, que no pierdan sus habilidades sociales, que pregunten con los adultos, que se asombren de las cosas que les puedan enseñar cosas para la vida”.

Tanto la señora Sandra como los prestadores de servicio de la licenciatura en Psicología del CULagos coincidieron en la idea de que estas actividades son muy necesarias para el buen desarrollo de los niños, sobre todo en la actualidad, puesto que ellos al igual que los adultos se encuentran inmersos en contextos de estrés, por lo que es importante que se sientan comprendidos y escuchados al mismo tiempo que aprenden cosas nuevas.