AGUILILLA COLA ROJA: UN CARNIVORO VISTOSO Y ELEGANTE




Por Roberto Castelán López

[audio mp3="http://udgtv.com/wp-content/uploads/2017/12/AguilillaColaRoja_RobertoCL.mp3"][/audio]

Cuando hablamos de aves no podemos dejar de lado a la majestuosa águila, depredador ápice al igual como lo sería un jaguar o un puma en sus respectivos ecosistemas.

En Lagos de Moreno y sus alrededores, no encontramos al emblema del escudo nacional, que es el águila real. En su lugar, tenemos al Aguililla Cola Roja o Buteo jamaicensis, un ave diurna ampliamente extendida perteneciente a la familia accipitridae, también se le puede conocer bajo el nombre de halcón cola roja, o ratonero. Es estrictamente carnívora, surca los cielos en busca de pequeños roedores, lagomorfos, serpientes y lagartijas. En temporada de escases de alimentos, puede llegar a consumir carroña.

Fotografía de Tom Vezo, VIREO. recurperada de www.audubon.org

Un águila es fácil de identificar por varias razones. En vuelo y a la distancia se distingue de zopilotes y caracaras por su forma de planeo, con las alas horizontales figurando una avioneta, además de que suelen aletear con mucha menor frecuencia. Sus colas son cortas, redondeadas y más anchas que las de otras

aves de planeo, además, son de cuerpos más robustos y compactos y con alas amplias y rectangulares. Respecto a su cabeza y patas, están diseñadas para la depredación. Poseen un pico fuerte y generalmente terminado en gancho, para desprender la carne con mayor facilidad. Sus tarsos y garras son extremadamente fuertes y su herramienta principal para cazar.

En el caso de Buteo jamaicensis, la envergadura va desde los 120 a 140 cm en la edad adulta, con una longitud aproximada de medio metro. Su cola es la característica distintiva de esta especie, ya que presenta tonalidades anaranjadas siendo totalmente rojiza en la edad adulta. El resto de su plumaje suele tener colores más variables dependiendo de la región en la que se encuentre. En el caso de Lagos de Moreno y sus alrededores se le ha visto con colores ventrales principalmente claros, casi blancos. En el pecho le cruza una banda ancha de plumas obscuras a veces en forma de rayas. Las remeras o plumas primarias del ala son color blanco con rayas cafés que pueden parecer negras vistas desde abajo, y las puntas de estás más obscuras. Por su parte las coberteras mayores son rojizas y las coberteras menores cafés. La cabeza en esta región tiende a verse de color café rojizo o café chocolate, dependiendo la madurez del individuo.

Fotografía de Roberto Castelán López. Cernícalo

Las águilas están especializadas para el vuelo eficiente y con poco gasto de energía. Se auxilian de los vientos de ladera o térmicas, que son corrientes de aire que se calientan y ascienden por el efecto de convección. Si uno observa cuidadosamente a un aguililla o un zopilote en el aire, se dará cuenta que solo tienen que aletear un poco para después permanecer suspendidos mientras la corriente térmica los eleva en un movimiento circular. El aire puede ascender tan rápido que al cabo de muy poco tiempo la rapaz habrá alcanzado una altura considerable. Está estrategia les permite identificar a sus presas sin que estas las detecten, por lo mismo cuentan con una excelente vista.

Como lo podemos aprender en la revista electrónica Audubon, su cortejo puede ser todo un espectáculo aéreo; macho y hembra se elevan numerosos metros mientras se cruzan entre sí trazando círculos. El macho intenta impresionar a la hembra mediante piruetas y acrobacias y en ocasiones se les ha visto cazar presas cercanas para ofrecérselas como regalo. Construyen sus nidos en las ramas de los árboles y cactáceas, y generalmente ponen tres huevos moteados. Al cabo de 28 días, los huevos eclosionan y las crías aún dependerán de sus padres por unas siete semanas más.

Fotografía de Alberto Lopez. Recurperada de www.audubon.org

Se les puede observar en los caminos, parados en los postes cercanos a las carreteras o sobrevolando los sembradíos en busca de roedores. Una conducta interesante de este y otros acipitriformes es que, cuando ocurre un incendio o una quema sobrevuelan el territorio en espera de que termine el fuego para después darse un festín con los restos de los animales que no lograron escapar.

Otras especies de rapaces que podemos encontrar en la región de los altos de Jalisco son el águila cola blanca (Buteo albicaudatus), el águila aura (Buteo albonotatus) y el cernícalo americano (Falco sparverius).