Moscú, Rusia.

La decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de dejar fuera a Rusia de los Juegos de Invierno-2018 ha desatado una ola de indignación en el país, donde se multiplican las llamadas a boicotear la competición.

Los deportistas rusos podrán competir en Pyeonchang, del 9 al 25 de febrero, pero bajo bandera olímpica y con estrictas condiciones, anunció el COI este martes en Lausana.

Por el momento no existe una reacción oficial del presidente ruso Vladimir Putin, aunque el máximo mandatario político del país ya había calificado como "humillación para la nación" el que pudiera autorizarse a los deportistas rusos a competir en los Juegos con una bandera neutral.

El portavoz de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, Pyotr Tolstoy aseguró este martes que Rusia debería boicotear los Juegos.

"Han humillado a toda Rusia con la ausencia de la bandera y del himno", dijo a la televisión.

El presidente de la Federación Rusa de Bobsleigh Alexander Zubkov añadió que la decisión es "una patada en el estómago".

La disputada Irina Rodnina, leyenda del patinaje soviético, pidió disculpas por no haber protegido a los atletas rusos: "¡Cuánto nos temen! Lo siento chicos", tuiteó.

Tatyana Tarasova, destacada entrenadora del equipo de patinaje artístico, calificó la sanción de "absolutamente injusta":

"Simplemente es el asesinato de nuestro deporte nacional", declaró a la AFP.

Se espera que Putin ofrezca una valoración durante alguno de los actos que tiene previstos el miércoles.

El COI anunció su decisión tras las revelaciones de un dopaje a nivel de Estado en Rusia de 2011 a 2015, sobre todo durante los Juegos de Invierno de Sochi-2014.

Rusia se convierte así en la primera nación excluida de unos Juegos por dopaje, ya que otros países fueron sancionados por motivos políticos, como Sudáfrica durante los años del Apartheid.