Jaguares y humanos, una difícil coexistencia




Selva de Cobá, Quintana Roo.

Desde el año 1955, en que se estableció el ejido Nuevo Durango, desde el corazón de la selva contigua a las majestuosas ruinas de Cobá, en Quintana Roo, la coexistencia entre hombres y jaguares ha sido pacífica. Pero apenas en mayo pasado, la historia cambió: un gran macho captado por el sistema de cámaras trampa de la comunidad maya irrumpió durante dos semanas en cuatro ocasiones, y mató a seis perros con el propósito de comérselos.

La novedad llenó de incertidumbre a los campesinos, pero el historial de conservación que ostentan orgullosamente estos aborígenes que migraron hace dos generaciones de Yucatán, es lo que ha mantenido con vida al magnífico ejemplar.

El primer ataque fue apenas el preludio. Hubo una rápida notificación a las autoridades y los grupos conservacionistas. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) dio los permisos para capturar al animal con la idea de relocalizarlo en un punto relativamente solitario de la zona norte del estado, muy cerca de la famosa isla Holbox. Volvieron los ataques antes de que estuvieran preparados.

Ya iban tres ataques y cinco canes muertos. Todavía dio un golpe final, posiblemente el 17 de mayo. Desde entonces no ha pasado nada. Arsenio, su compañero Manuel Trinidad Poot Dzib y su asesor común, el activista ambiental Francisco Remolina, señalan que tienen de gracia hasta diciembre para ubicar al gran gato. La hipótesis es que posiblemente tenga alguna enfermedad y no pueda cazar animales rápidos. Llama la atención que tenía a su disposición, muy cerca de los perros atacados, piezas de ganado a las que no tocó. Lo cierto es que en Nuevo Durango, saben que siempre será mejor una pantera viva que una muerta.

El jaguar, Panthera onca es su nombre científico, es la única pantera americana y está en peligro de extinción. Se calcula que en México hay entre cuatro mil y 4,800 ejemplares, fuertemente presionados por la colonización humana. La Selva Maya, el segundo mayor macizo selvático del continente, tiene una población amplia, pero en riesgo creciente por el aumento de la presencia humana.


Agustín Bernardo Del Castillo Sandoval