Trump y Merkel muestran cercanía, pero mantienen sus diferencias




Washington, Estados Unidos.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente estadounidense, Donald Trump, volvieron a encontrarse cara a cara el viernes en Washington, en una cita en la que dieron muestras de mutuo afecto pero sin dejar de lado las diferencias en temas fundamentales como el comercio y el acuerdo nuclear con Irán.

Para Merkel fue la segunda visita al actual inquilino de la Casa Blanca tras la del 17 de marzo de 2017, y se produce apenas días después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, fuera recibido con todos los honores durante tres días. La visita de la canciller alemana, en cambio, duró dos horas y 40 minutos.

Tras reunirse con Trump, Merkel afirmó que Alemania ya redujo su balanza comercial con Estados Unidos, aunque dio a entender que para Trump no era suficiente. Asimismo, se manifestó a favor de que su país y la Unión Europea (UE) continúen las negociaciones con Washington sobre condiciones de comercio justas.

Según Merkel, ambos mandatarios también tuvieron un "intercambio de puntos de vista" sobre los aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de la UE dispuestos por Estados Unidos.

Trump tiene previsto tomar hasta el 1 de mayo una decisión sobre si continúa eximiendo a los europeos del pago de aranceles para las importaciones de acero y aluminio.

Aunque no dio pistas sobre el futuro de la medida, Merkel dejó entrever que la decisión recaerá en Trump. "El presidente decidirá", dijo la canciller en Washington.

Los aranceles estadounidenses entraron en vigor el 23 de marzo y gravan con un 25 por ciento las importaciones de acero y con un diez por ciento las de aluminio. La UE está eximida de los aranceles hasta el 1 de mayo, pero pide una exención por tiempo indefinido.

Merkel anticipó además que el Gobierno alemán quiere aumentar el presupuesto de Defensa desde el 1,24 por ciento actual hasta un 1,3 por ciento del producto interno bruto (PIB), y se manifestó a favor de la meta impulsada por Trump de que los países miembros de la OTAN destinen un 2 por ciento del PIB a su presupuesto de defensa para 2024.

Trump, no obstante, volvió a marcar sus diferencias. "La OTAN es maravillosa, pero ayuda a Europa más que a nosotros", expresó.

Sobre el acuerdo nuclear con Irán, la canciller alemana lo consideró "un primer paso" que ayudó a desescalar el conflicto y permitió monitorear mejor las actividades nucleares de Teherán. Sin embargo, sostuvo que no es suficiente para que Irán desempeñe un rol basado en la confianza. "Por lo tanto se debe esperar más", añadió.

Trump, en tanto, calificó en la conferencia de prensa a Irán como un "régimen asesino" que promueve la "violencia, el derramamiento de sangre y el caos" por todo Oriente Medio. "Tenemos que asegurarnos que este régimen asesino ni siquiera se acerque a un arma nuclear", expresó.

El acuerdo firmado en 2015 en Viena entre Irán y Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania contempla controles a las actividades nucleares de Irán para impedir que pueda fabricar una bomba atómica a cambio del levantamiento de las sanciones económicas en su contra y la normalización de las relaciones comerciales.

Trump exigió una reformulación del acuerdo y amenazó con salirse del mismo. Hasta el 12 de mayo el mandatario estadounidense deberá decidir si sigue aplazando sanciones contra Irán. Esta decisión determinará en el fondo si Estados Unidos se mantiene o se baja del acuerdo.

Durante su visita a Washington, Macron presentó a Trump una nueva política para lidiar con Irán, en la que el acuerdo nuclear es uno de los pilares. "Necesitamos un acuerdo justo", señaló el mandatario francés.

Merkel, por su parte, elogió a Trump por su rol en los avances diplomáticos en el conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur. La fuerza con la que insistió en que las sanciones contra Corea del Norte sean respetadas dio resultado, dijo.

Para Merkel, el encuentro entre el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en la localidad fronteriza de Panmunjom es un "primer paso en un camino que ojalá sea esperanzador". "Nosotros los alemanes sentimos lo que significa retomar el contacto tras años de separación", agregó.