Saquean universidad tras ser abandonada por estudiantes en Nicaragua




Managua, Nicaragua.

La Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), que hasta hoy sirvió como santuario de estudiantes que protestan contra el presidente Daniel Ortega, fue saqueada horas después de que los universitarios abandonaron el campus.

"La Upoli hace denuncia públicamente de destrucción y saqueo inmisericorde del que está siendo objeto hoy, 9 de junio, por el grupo que permanece en nuestro campus, posterior al comunicado que el Movimiento 19 de Abril publicó esta mañana", informó el Patronato Universitario de la casa de estudios, la tarde de este sábado.

En horas de la mañana los estudiantes universitarios aglutinados en el Movimiento 19 de Abril anunciaron que abandonaban la sede de la Upoli, al este de Managua, donde se habían atrincherado tras escapar a la denominada "masacre estudiantil", en la que al menos 10 personas murieron, de lo que responsabilizan a la Policía Nacional y de la oficialista Juventud Sandinista.

El Banco de Finanzas (BDF) informó que una sucursal establecida dentro del campus fue afectada por los saqueos.

Algunos de los estudiantes comentaron posteriormente que la razón por la que abandonaron la Upoli, lugar que era considerado bastión contra la lucha contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, era por la cantidad de personas que se habían infiltrado en el campus con el objetivo de "desacreditar" a los universitarios.

La Upoli es una institución subvencionada, es decir, que es privada, pero por ley recibe fondos del Gobierno.

Los hechos violentos en Nicaragua incluyen enfrentamientos de la población contra la Policía Nacional y fuerzas de choque oficialistas conocidas como "turbas", que dejaron al menos un muerto desde la noche del viernes.

Esta crisis sociopolítica, que deja al menos 135 muertos según organismos de derechos humanos, es la más sangrienta en Nicaragua desde los años 1980, también con Ortega como presidente.

Las protestas contra Ortega y contra su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción