El retorno de refugiados rohinyás a Birmania comenzará en enero




Daca, Bangladés.

Los gobiernos birmano y bangladesí confirmaron el martes su voluntad de comenzar a repatriar a Birmania a partir del mes de enero a los rohinyás que huyeron hacia Bangladés, mientras la preocupación sobre su seguridad persiste.

Los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países se reunieron el martes en Daca para finalizar un acuerdo firmado el 23 de noviembre sobre el regreso voluntario de casi tres cuartos del millón de refugiados rohinyás que viven actualmente en campos en Bangladés.

Un nuevo grupo de trabajo que tiene como objetivo "asegurar el inicio de la repatriación en dos meses" establecerá un calendario para proceder a la verificación de la identidad de los refugiados y organizará su retorno, indicó a la prensa el ministro de Asuntos Exteriores de Bangladés.

"Comenzamos la próxima etapa de nuestro trabajo", declaró A.H. Mahmood Ali tras el encuentro.

Pese a la voluntad que mostraron los dos países vecinos, persisten las dudas sobre la seguridad de los refugiados que volverían a Birmania, cuando según la oenegé Médicos Sin Fronteras casi 7.000 rohinyás murieron entre finales de agosto y finales de septiembre y cuando la ONU acusó al régimen birmano de "limpieza étnica".

Unos 655 mil rohinyás habrían huido de Birmania para refugiarse en Bangladés desde el mes de agosto.

Pero un estudio publicado el lunes por Human Rights Watch, en base a imágenes satelitales, afirma que la violencia continuó en octubre y noviembre en unos cuarenta pueblos rohinyás que fueron incendiados.

El Alto Comisario de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, afirmó el lunes que no podía asegurar la presencia de observadores internacionales para garantizar las condiciones en las que se efectuarán los retornos.

"Somos escépticos" sobre la posibilidad de tener observadores en el terreno, aseguró el lunes a la AFP.

Human Rights Watch consideró que el acuerdo sobre la repatriación solo era un "ejercicio de relaciones públicas" y que los refugiados no estarían seguros en el estado de Rajin, de donde proviene la mayoría, sin protección ni derechos garantizados.

Las autoridades birmanas siempre desmintieron haber cometido atrocidades contra los rohinyás, afirmando que el ejército solo respondió a los ataques de rebeldes musulmanes contra puestos de policía el 25 de agosto, que dejaron una docena de muertos entre los agentes.

Preguntados por la AFP, refugiados rohinyás en Bangladés expresaron sus dudas en cuanto a un próximo regreso.

"No volveremos a nuestro país mientras que nuestros derechos no estén garantizados", confirmó Rushan Ali.

"Queremos la ciudadanía plena y la restitución de nuestras tierras y nuestros bienes. Reclamamos justicia para las personas que fueron asesinadas, torturadas y violadas", añadió.