Cumbre en Pekín para extender la influencia de China en África




Pekín, China.

China, el principal socio comercial de África, celebrará este lunes en Pekín una cumbre sino-africana sobre cooperación económica, en un momento en que el gobierno chino pretende reforzar su influencia sobre los países en vías de desarrollo.

En plena guerra comercial con Estados Unidos, Xi Jinping debería aprovechar esta cumbre para ensalzar "la amistad" entre su país y un continente donde Pekín aumenta sus inversiones multimillonarias, en particular en infraestructuras.

Pekín quiere ampliar "su lista cada vez más larga de países amigos" en África, en particular con estados del norte y el oeste del continente africano, explica Adebusuyi Isaac Adeniran, profesor en la Universidad Obafemi Awolowo en Nigeria.

- Primera base militar -

Exceptuando el pequeño estado de Esuatini (antes Suazilandia), todos los países africanos reconocen el régimen de la República Popular China, después de que Burkina Faso rompiera sus relaciones con el gobierno rival de Taiwán.

Además, Pekín inauguró el año pasado su primera base militar en Yibuti, en el Cuerno de África.

De la parte de los gobiernos africanos, "la necesidad de inversiones chinas será el principal tema sobre la mesa" durante la cumbre en Pekín, prevé Adeniran.

El presidente chino está dispuesto a prestarles dinero, sobre todo para que estos países formen parte de su ambicioso proyecto de "Nuevas rutas de la seda", con el que pretende construir grandes infraestructuras para conectar China con sus socios comerciales.

"Esta iniciativa será probablemente ampliada para incorporar la totalidad de África", considera Cobus van Staden, experto en relaciones sino-africanas del Instituto de relaciones internacionales (Sudáfrica).

Durante la última cumbre sino-africana en 2015 en la ciudad sudafricana Johannesburgo, Xi Jinping anunció que China destinaría 60 millones de dólares en ayudas y préstamos a países africanos.

- 'No somos títeres' -

Las empresas estatales chinas, ávidas de materias primas y de mano de obra más barata, también invirtieron de forma masiva en países como Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.

Sin embargo, los préstamos chinos pueden resultar contraproducentes para los estados africanos, que pueden verse altamente endeudados.

Por ejemplo, la deuda pública de Yibuti se incrementó del 50% al 85% en solo dos años, lo que preocupa al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los ciudadanos africanos también denuncian el uso de mano de obra china para estos proyectos en el continente africano y que los contratos resulten demasiado favorables para las empresas del gigante asiático.

En Madagascar, hubo varias manifestaciones para protestar contra la concesión a una empresa china de los derechos de explotación de una mina de oro durante 40 años.

En Kenia, una línea ferroviaria también fue criticada por su coste y su impacto medioambiental.

La influencia creciente de China en África también indigna en algunos casos a los dirigentes africanos. El presidente de Namibia lamentó la semana pasada que el embajador chino en este país quisiera indicarle lo que debía decir durante la cumbre en Pekín.

"Usted no debe decirnos lo que debemos hacer. No somos títeres", le respondió.