El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo mexicano de Autlán, Gonzalo Galván Castillo, acusado por la prensa de encubrir a un cura pedófilo, informó este jueves el Vaticano.

El obispo Galván, de 64 años, renunció antes del plazo establecido por el derecho canónico de 75 años por razones de salud, según precisó el Vaticano.

Desde que el papa Francisco autorizó el 10 de junio pasado la creación de un tribunal para juzgar por el delito de "abuso de poder" a los obispos que han encubierto a curas pedófilos, se han multiplicado las renuncias de obispos.

El caso del obispo de Autlán estalló en 2009 cuando un joven de 24 años denunció al cura Horacio López, de la misma diócesis, de haber abusado de él cuando tenía 11 años de edad.

Pese a la denuncia, el religioso fue sólo trasladado a otra parroquia y siguió ejerciendo como sacerdote.

En febrero pasado Francisco instó en una carta solemne a los obispos de todo el mundo -cerca de cinco mil- a no encubrir por ningún motivo casos de pederastia, un fenómeno que afecta en distintos grados a la Iglesia de todos los continentes.

El tema de los abusos sexuales a menores de edad cometidos durante décadas por curas, es el más delicado y complejo para la jerarquía de la Iglesia católica, acusada de haber encubierto durante largo tiempo a curas pedófilos, en particular transfiriéndolos y desoyendo y minimizando las quejas de las víctimas.

En los últimos 20 años han sido denunciados miles de casos de abusos sexuales contra niños y adolescentes por parte de curas, en particular en Irlanda y Estados Unidos, en general cometidos entre los años 1960 y 1990.