Río de Janeiro, Brasil.

En una callejuela de la única favela sin tiros de Río de Janeiro, una policía y un traficante bromean y ríen juntos. Pero cuando el director grita "¡Acción!", todo cambia. Y la escena empieza a ser más verosímil.

Estamos en el rodaje de la película que pretende retratar uno de los principales dramas de la ciudad: el fracaso de la pacificación de las favelas con una policía de proximidad. Y la tranquilidad que reina esta tarde en la Tavares Bastos parece realmente ficción.

Con la sede del temido Batallón de Operaciones Especiales (Bope) de la Policía Militar en la cima de esta céntrica comunidad, en la Tavares Bastos no se escuchan tiros y no se ven traficantes paseándose con fusiles ni enfrentamientos con la policía. Tampoco hay niños muertos por balas perdidas.

"Solo en esta favela podíamos grabar sin tener que hacer algún tipo de acuerdo con los traficantes o las milicias parapoliciales. Si no fuera aquí, tendríamos que filmar todo en un estudio", dice Caio Cobra, el director de la película.

Las cámaras, los focos y el ejército de asistentes de producción ni siquiera molestan a los vecinos de esta humilde favela, acostumbrados a ser escenario de películas y series.

"Cuando se quiere hablar de violencia no se habla de Brasilia, donde están los grandes bandidos que acabaron generando todo esto. Solo hablan del producto final, que somos nosotros", se queja Cesar Machado, un vecino de 66 años, mientras observa el rodaje al salir de la panadería.

Fotografía: Mauro Pimentel / AFP

- Un debate delicado -

Creada por el guionista de "Tropa de Elite", el excapitán del Bope Rodrigo Pimentel, esta película cuenta el desmoronamiento de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) lanzadas en 2008, en medio de una gran expectativa popular con la perspectiva del Mundial de Brasil-2014 y de los Juegos Olímpicos de Rio-2016. Y lo hace a través de la mirada de sus agentes.

La protagonista es una joven policía que cree profundamente en ese proyecto como una salida a la violencia, pero que verá su sueño desvanecerse en un Río sumido en la crisis económica y plagado de escándalos de corrupción.

"Esta película habla del momento actual de Rio de Janeiro, después de toda esa expectativa de la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos (...). Hoy, todos los días, los periódicos traen noticias de vecinos de favelas baleados, de policías muertos. Sentía que era muy necesario, muy urgente que el cine brasileño contara el drama de esas personas", afirma Pimentel.

Para comprender la complejidad de los personajes principales, cinco policías asesoraron al equipo y algunos incluso se ganaron un pequeño papel.

"El policía también es víctima de la violencia y su versión casi siempre fue desdeñada, ocultada por el cine brasileño", asegura a la AFP el excapitán Pimentel.

El tema es complejo en un estado con cifras aterradoras de homicidios (cerca de 6 mil 500 en 2017), y con una policía que carece de medios adecuados para combatir al crimen organizado y sufre de constantes retrasos salariales.

Los agentes de Rio son los que más mueren en Brasil, pero son también los que más matan. En 2017 fueron abatidos más de 130 policías y ya van 60 en lo que va de año, mientras que unas mil 150 personas fueron abatidas en acciones policiales el año pasado, según cifras del Instituto de Seguridad Pública de Río.

Con semejantes tensiones, ¿cómo recibirá la población carioca la película?

El equipo insiste en que será un film "equilibrado". "La película no toma partido ni tiene una bandera. No es panfletaria. Expone una herida abierta y deja al espectador decidir de qué lado está", dijo el actor Marcos Palmeira, que encarna al jefe de la UPP, en la rueda de prensa de presentación de la cinta.

"Lo que más deseo es que la película genere discusión, que no genere polarización, que no genere más odio, sino reflexión", pidió Bianca Comparato, la protagonista.

Fotografía: Mauro Pimentel / AFP

- Marielle, presente -

Como contrapunto a la trama policial, será importante el papel de la hermana de la protagonista, una aguerrida defensora de derechos humanos negra, muy crítica con la violencia policial.

"Cuando leí el guión, pensé ¡esta es Marielle, es la voz de Marielle!", dijo emocionada la actriz Dandara Mariana, con un parecido razonable a la concejal Marielle Franco, cuyo asesinato a tiros en marzo causó conmoción dentro y fuera de Brasil.

La artista contó que habló con personas cercanas a la ya icónica activista negra, nacida en una de las favelas más peligrosas de Rio, para construir el personaje y que hizo ciertas modificaciones en el texto inspirándose en ella.

La película se presentó a la prensa con el llamativo título de "Intervençao", después de que en febrero fuera decretada la polémica intervención militar del área de seguridad y mientras sectores de la ultraderecha piden otra "intervención militar" que ponga orden en Brasil.

Pero quedó patente en la presentación que el título no generó unanimidad en el elenco y los productores se comprometieron a buscar un nuevo nombre antes del estreno el 15 de noviembre.