Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro lanzaron una nueva relación entre Estados Unidos y Cuba, al cabo de una histórica reunión este lunes en La Habana en la que también se comprometieron a dejar atrás sus diferencias.

Obama, el primer presidente estadounidense en visitar Cuba en 88 años, celebró un "nuevo día" en sus relaciones, tras más de medio siglo de hostilidades. E incluso fue aún más lejos al afirmar que el asunto de los derechos humanos, ya no será un obstáculo en ese diálogo.

"El objetivo del diálogo sobre derechos humanos no es que Estados Unidos le dicte a Cuba cómo debe gobernarse, sino asegurarnos de que tenemos una conversación franca, honesta sobre este tema, y de que podamos aprender los unos de los otros", señaló Obama en la rueda de prensa posterior, que fue transmitida en directo por la TV cubana.

Por más de dos horas, en una conferencia de prensa distendida, pero con momentos de tensión, ambos gobernantes trataron los asuntos más sensibles para sus dos países, enfrentados durante medio siglo de Guerra Fría, como el embargo de Estados Unidos a la isla comunista y el respeto a los derechos humanos en Cuba.

A su vez, Castro instó a "aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación".

Dame la lista

La rueda de prensa subió de tono cuando un periodista interrogó a Castro sobre la detención de opositores.

"Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos, menciónala ahora", le respondió Castro, visiblemente agitado. 

"Si hay esos presos políticos antes de que llegue la noche van a estar sueltos", agregó.

Más adelante, Castro volvió sobre el asunto ante una nueva pregunta y afirmó: "No es correcto preguntarnos por presos políticos. Díganme el nombre del preso político y ya".

El líder cubano de 84 años fue interrogado al día siguiente de la detención por unas horas de decenas de opositores que protestaban contra el gobierno comunista horas antes de la llegada de Obama a la isla. 

Obama también aseguró que el embargo de Estados Unidos a Cuba, vigente desde 1962 y que solo puede eliminar el Congreso de mayoría republicana, "va a terminar, lo que no sabemos es cuándo". 

"Tenemos que aprovechar lo que hemos hecho y esperamos que eso pueda ayudar. También tenemos que hablar sobre derechos humanos, puesto que hay inquietud dentro de Cuba", dijo.

Pero aclaró que ese asunto no impedirá el avance de las relaciones. "Tengan presente que yo tengo muchísimos desacuerdos con los chinos con respecto a los derechos humanos", dijo.

Obama tiene previsto reunirse con un grupo de opositores el martes en la sede de la embajada estadounidense.

La rueda de prensa fue un episodio inusual para los cubanos, que no están acostumbrados a ver a Raúl Castro responder preguntas.

"Quiero darle las gracias por la cortesía y este espíritu de apertura que ha mostrado durante nuestras conversaciones (..) Me gustó el comentario del presidente Castro cuando dijo que hay ciertas cosas que se tienen que mejorar", resaltó Obama.

Enterrar la Guerra Fría

Obama, de 54 años, viajó a la isla caribeña junto con su esposa, Michelle, y sus hijas, Sasha y Malia, para una visita de tres días, la primera de un presidente estadounidense en 88 años.

Esta fue la tercera reunión de ambos mandatarios desde que decidieron normalizar la relación entre sus dos países en diciembre de 2014.

En un mensaje publicado en su página de Facebook, Obama aseguró que vino a La Habana "a tender mi mano amistosa al pueblo cubano".

"Estoy aquí para enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en América y para construir una nueva era de entendimiento que ayude a mejorar la vida de los cubanos", añadió.

Un sondeo publicado este lunes por el diario The New York Times y la red de TV CBS indica que 58% de los estodunidenses está de acuerdo con el restablecimiento de relaciones con Cuba y 52% aprueba la forma en que Obama conduce ese delicado acercamiento.

Habrá un cambio

"Va a haber un cambio aquí y creo que Raúl Castro entiende eso", indicó Obama al canal ABC en La Habana, aunque reconoció que esto no ocurrirá "de la noche a la mañana". 

Obama y Castro se habían reunido en abril de 2015 en el marco de la Cumbre de las Américas, en Panamá, y cinco meses después en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.

"No creo que la visita de Obama tenga un impacto inmediato en la política cubana, mucho menos en decisiones puntuales del régimen en el corto plazo", comentó a la AFP Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano.

Esta tarde, el presidente de Estados Unidos también tuvo un encuentro con pequeños empresarios de ambos países.

El martes, Obama ofrecerá un discurso para el pueblo cubano que será transmitido en directo, y asistirá a un juego de béisbol, actividades que cerrarán su visita a La Habana, de donde partirá hacia Argentina.

Durante la jornada del lunes, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se reunirá por separado con los negociadores de las FARC y el gobierno colombiano que intentan alcanzar un acuerdo para acabar con más de medio siglo de enfrentamiento armado.