Cientos de miles de argentinos acompañaron a familiares de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas y víctimas de la violencia de género al grito de #NiUnaMenos, una iniciativa con réplicas en 110 ciudades de Argentina, además de Chile, Uruguay y México.

El reclamo que se viralizó en las redes sociales y el miércoles movilizó multitudes en las calles con el apoyo de desconocidos y figuras públicas como la presidenta Cristina Kirchner, el astro del fútbol Leonel Messi, la activista por derechos humanos Estela de Carlotto.

"Esto es por la vida, basta de muertes", "el machismo mata", "Ni la ropa ni las costumbres pueden justificar el abuso" fueron algunas de las pancartas que elevaron frente al Congreso en Buenos Aires, y también en el centro de Santa Fe, Bariloche y Córdoba.

La dibujante Maitena subió a la tarima junto a los actores Juan Minujín y Erica Rivas para leer un documento que reclamó la aplicación de la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres, aprobada en 2009 pero carente de una reglamentación efectiva que proteja a las víctimas.

"Confío en la gente que es la que puede cambiar las cosas", dijo Maitena ante una marea de familias y estudiantes, mayoritariamente mujeres que asistieron en grupos de vecinas, de estudios o de trabajo, constató un periodista de la AFP.

María Elena Cornide, dirigente empresarial de 36 años, consideró que el acto del miércoles significaba "un despertar social", dijo al advertir que "la violencia familiar no es el único flagelo que sufre la mujer".

Familiares de mujeres que murieron a manos de sus parejas o exparejas, y sobrevivientes que quedaron ciegas o cuadrapléjicas de los golpes de esos hombres con quienes un día tuvieron hijos estuvieron en la concentración para clamar #NiUnaMenos.

"Basta de femicidios. Desde Barcelona nos sumamos hoy a todos los argentinos para gritar bien alto #NiUnaMenos", dijo el mensaje firmado por Lio Messi en Facebook.

Por su parte la presidenta Cristina Kirchner advirtió sobre lo que considera "una cultura devastadora de lo femenino".

La ronda de la catarsis 

Lejos de abandonar rápido el lugar una vez que terminó el acto oficial, decenas de grupos de mujeres bailaban en rondas, tomadas de las manos, y gritaban al cielo consignas contra el machismo en una suerte de catarsis colectiva en plena calle.

La masiva marcha contó con el apoyo de organizaciones humanitarias, estudiantiles, sindicales, judiciales, de todos los partidos políticos e incluso de la Iglesia católica, culto mayoritario en Argentina.

En Santiago, un centenar de personas también repudió el feminicidio elevando pancartas que decían "Con luto y con rabia"; mientras en México, donde siete mujeres mueren a diario por la violencia de género, se espera un acto bajo el mismo lema originado en Argentina hace un mes, #NiUnaMenos, en el emblemático Angel de la Independencia de la capital a las 18H00 local (23H00 GMT).

Detonantes del estupor

Los casos que menciona Túñez son el de dos mujeres, una acuchillada en un kínder frente a sus alumnos bebés, otra apuñalada en un bar porteño a plena luz del día y el de una niña de 14 años embarazada y cuyo novio quería obligarla a abortar.

Según la investigación esta última, Chiara Páez, fue asesinada a golpes por su novio de 16 años con ayuda de la familia de él y enterrada en el patio de la casa. El caso detonó el mes pasado la campaña en las redes #NiUnaMenos.

"Esto marcó un punto de inflexión social y político", apuntó Túñez. 

Según esta ONG, en 2014 se produjeron en Argentina 277 feminicidios como resultado de los cuales 330 niños quedaron sin madre. Eso significa que una murió cada 31 horas.

En las redes sociales también se divulgan portadas de medios de comunicación que han tratado a Kirchner caricaturizándola con un golpe en la cara o una pistola para acompañar un titular de oposición política: "Esto también es violencia de género", alertaron activistas.

La ley no es mágica 

Argentina cuenta desde 2012 con una ley que pena con cadena perpetua al hombre "que mate a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino".

Los organizadores consideran que solo con la ley no es posible frenar este flagelo y exigen la aplicación de un plan de erradicación de la violencia y la elaboración de estadísticas oficiales.

Además, piden una reforma educativa para instruir en todos los niveles la problemática de la violencia de género.

Una encuesta divulgada el martes por el ministerio de Desarrollo Social de la alcaldía de Buenos Aires reveló que seis de cada diez mujeres dijeron haber sido víctimas de violencia psicológica y dos de cada diez denuncian haber sido agredidas.