Galería | La Marcha del Orgullo llena las calles de Jerusalén para pedir tolerancia




Jerusalén, Israel.

La Marcha LGBT del "Orgullo y la Tolerancia" se celebró hoy por las principales calles de Jerusalén Oeste entre fuertes medidas de seguridad y con la participación de miles de personas, en medio de un tono festivo y reivindicativo por los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales.

Los asistentes comenzaron a congregarse hacia las 15:00 horas local (12.00 GMT) en el parque de la Campana de la Libertad y todos los que accedían al lugar pasaron por un registro de la Policía, que horas antes, en un estricto dispositivo de seguridad, cortó al tráfico las vías por donde pasó el desfile, el cual arrancó algo más tarde de las 17:00 horas local (14.00 GMT).

Paralelamente, cerca del parque, entre vallas y agentes que les impedían el paso, ultraortodoxos judíos protestaban contra la Marcha.

"Israel es Tierra Santa, no la 'tierra-Homo'", rezaba uno de los carteles en condena de la homosexualidad, considerada por ellos una "abominación".

Los participantes -gente de todas las edades, de Jerusalén y procedentes del resto de Israel- llenaron por completo las calles en distintos puntos, enarbolaron banderas y símbolos arcoiris y muchos vistieron ropas e incluso lucieron kipás (solideo judío) multicolores.

"La homofobia es terrorismo", fue uno de los cánticos de las personas más jóvenes que encabezaban la marcha, con pancartas que apelaban a la tolerancia y denunciaban la discriminación que la comunidad LGBT sufre en el país.

Según el digital Times of Israel, esta marcha fue la más multitudinaria de la historia, con alrededor de 30 mil manifestantes.

A mitad del recorrido, los participantes pararon ante la Gran Sinagoga de Jerusalén para protestar contra el rabino jefe, Aryeh Stern, quien ayer pidió a la Alcaldía que retirara la bandera arcoiris colgada a lo largo de la ruta.

"El significado de celebrar esta marcha en Jerusalén es político", dijo a Efe Rami Paz, profesor de hebreo de 32 años que lamentó que en la ciudad "la situación es muy difícil para los homosexuales" y aseguró que la derecha religiosa o los judíos ultraortodoxos no aceptan su existencia.

Este docente, que cada año participa en la movilización, cree que los miembros de la comunidad LGBT deben "hacerse escuchar" para conseguir "la igualdad" y enfrentarse a "las amenazas de la gente" que se opone a ellos.

En opinión de Doron Mozenson, un asistente de 25 años que espera doctorarse en estudios de género, "Jerusalén es la capital de Israel, aquí debe estar todo el país representado y precisamente este es el lugar en el que hay que mostrar que la comunidad LGBT está presente y que no dejaremos de luchar para hacer un mundo mejor para todos, no importando la inclinación sexual".

Este año el evento también puso el acento en la lucha de este colectivo por poder acceder a la maternidad subrogada, lo que el Parlamento rechazó aprobar en julio.

La semana pasada, unas 80 mil personas se movilizaron en Tel Aviv contra esta decisión, que desencadenó una oleada de protestas a lo largo del país, y durante la marcha de hoy se vieron pancartas con lemas como "Yo quiero ser padre" o "Todo comienza con unos padres felices y jóvenes".

Las peticiones de la comunidad LGBT para que se le permita tener hijos por subrogación, explicó a Efe el activista Oren Globus, van más allá.

"Se trata de igualdad de derechos, en Israel todavía somos discriminados por ley, sobre todo en legislación de familia, en la imposibilidad de adoptar, de heredar de tu pareja, las dificultades de los transgénero que quieren hacer cambios administrativos y fisiológicos, etc", puntualizó.

La marcha transcurrió sin incidentes notables y, algo después de las 19:00 horas local (16:00 GMT), los miles de asistentes, acompañados por varias bandas de percusión, comenzaron a llegar a su destino final, el Parque de la Independencia, en el centro de Jerusalén Oeste, donde la fiesta siguió a ritmo de música pop y electrónica.

En el desfile se homenajeó a la adolescente Shira Banki, asesinada en la Marcha del Orgullo 2015 a manos de un extremista judío ultraortodoxo, cuando el grupo de ultraderecha Lehavá, que se oponía al evento, se enfrentó a la Policía y cuatro de sus miembros fueron arrestados.