Macron y Le Pen libran batalla de programas y adhesiones en carrera hacia el Elíseo




París, Francia.

El centrista Emmanuel Macron y la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, que quiere, si gana, a un euroescéptico como primer ministro, libran una batalla para convencer y atraer el voto a ocho días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia.

Ante la amenaza de la abstención de una parte de los franceses decepcionados por los candidatos en liza para el el 7 de mayo, luego de la eliminación de los partidos tradicionales y de la izquierda radical, la líder de la extrema derecha intenta ampliar su base electoral para demostrar que los sondeos se equivocan prediciendo su derrota.

Le Pen recibió el viernes el apoyo del líder de un pequeño partido euroescéptico, Nicolas Dupont-Aignan, que obtuvo el 4,7% de los votos en la primera vuelta.

Este sábado la candidata de la extrema derecha anunció que quiere nombrar a Dupont-Aignan primer ministro en caso de victoria. La candidata justificó esta decisión en nombre del "patriotismo" y del "proyecto común" que ambos defienden.

Es la primera vez que el Frente Nacional (FN), partido antinmigración y antieuropeísta, recibe el apoyo de un candidato de un partido que se identifica con el general Charles de Gaulle. "Es un día histórico porque privilegiamos los intereses de Francia a los intereses personales y los intereses partidarios", aseguró Dupont-Aignan, de 56 años.

En visita en una granja en el centro de Francia, Macron denunció la "estrategia" de su adversario "que tiene la intención de arreglar los problemas de credibilidad de Marine Le Pen".

El respaldo de este euroescéptico a la extrema derecha provocó turbulencias en el seno de su partido, con la dimisión de varios responsables y el enfado de habitantes de la ciudad de que es alcalde, en la región parisina, que se manifestaron al grito de "Dupont dimisión".

En las filas de la derecha, el diputado Jean-François Copé denunció "una inmensa falta de política y de moral", mientras que el secretario general de Los Republicanos, Bernard Accoyer, estimó que el euroescéptico "perdió su honor" uniéndose a "los que siempre lucharon contra el gaullismo".

- 'Traición' -

Marine Le Pen, de forma paralela, tendió la mano el viernes a los electores del tribuno de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, llamándoles a "bloquear" a Macron. "Pongamos las disputas y las diferencias a un lado", exhortó.

Mélenchon, que obtuvo más del 19% de los votos en la primera vuelta, se negó a dar una consigna de voto a sus partidarios, pero afirmando que él no votaría por el Frente Nacional el 7 de mayo.

La prensa francesa se mostró dura el sábado con Jean-Luc Mélenchon, líder del partido Francia Insumisa, acusado con esta estrategia de "aupar" a la extrema derecha.

En este tenso contexto, cada vez son más los llamamientos a votar por Macron de parte de responsables políticos de los partidos tradicionales de derecha y de izquierda, apartados de la segunda vuelta por primera vez en medio siglo de vida electoral francesa.

El ex primer ministro de derechas, Alain Juppé, pidió de nuevo el sábado el voto para el centrista Macron "porque él es el único que el 7 de mayo puede evitarle a Francia la desgracia del FN".

"La traición" de Dupont-Aignan, "la actitud ambigua" de Mélenchon, "la debacle" del partido socialista, "las triquiñuelas de algunos de mis propios 'amigos' políticos añaden confusión general, sobre la que avanza el FN", advirtió.

Fiel a su línea "ni de derecha ni de izquierda", Macron, exministro del presidente socialista saliente François Hollande, que se presenta por primera vez a unas elecciones, excluyó de nuevo cualquier "coalición" con la derecha o el Partido Socialista si es elegido presidente.

"No habrá coalición con los dos grandes partidos existentes (...) pero en los próximos tiempos, habrá una refundación de la vida política y veremos a los socialistas y a Los Republicanos (partido de derechas) unirse a mí individualmente", consideró el candidato de ¡En Marcha! en una entrevista con el diario Le Figaro.

Después de haber descartado la idea de la "soberanía monetaria", es decir la salida del euro, Marine Le Pen aseguró que no quería "el caos", en una entrevista al diario regional Sud-Ouest.