Una detonación, otra, y un partido que sigue su curso: público y jugadores tardaron en entender lo que sucedía fuera del Stade de Frence, al norte de París, durante el amistoso Francia-Alemania (2-0).

Lo que debía ser una tarde festiva y un buen modo para el equipo de Francia de hacer olvidar el asunto Benzema-Valbuena, se convirtió en "un horror", como lo afirmó el presidente François Hollande, que estaba en el estadio.

Las dos explosiones, sobre el minuto 20, causaron al menos 5 muertos. Desde las gradas, fueron perfectamente audibles.

El momento de las detonaciones, sordas y violentas, sobre todo una de ellas, fue captado por un vídeo que se volvió viral en internet. 

Las dos detonaciones bien podrían haber sido calificadas de fuertes petardazos, como os que tiran a veces las hinchadas. En todo caso, no interrumpieron el partido ni los cantos en las grades.

Y el primer gol francés, obra de Olivier Giroud, antes del descanso, hizo olvidar lo que entonces parecía un pequeño incidente.

Sin embargo, poco a poco la inquietud fue germinando entre los espectadores y apoderándose de las redes sociales. 

Hollande fue evacuado en medio del partido.

La 'Marsellesa' y la 'Ola'

Para evitar avalanchas de pánico, el speaker y el vídeomarcador evitaron cualquier alusión sobre lo que ocurría en el exterior.

Cuando Gignac anotó un segundo gol, sobre el final del encuentro, el público festejó cantando La Marsellesa, el himno nacional francés, y con una "Ola".

Pero con el pitido final, el speaker del estadio explicó que la salida sólo podría realizarse por tres puertas (norte, sur, oeste), "a causa de unos incidentes en el exterior", minimizando la dimensión de lo ocurrido, sin duda para evitar el pánico.

Durante la evacuación, un pequeño movimiento de gente derivó en que millares de personas buscaran refugio sobre el césped del estadio, aunque todavía con tranquilidad.

Las televisiones filmaron entonces a varias parejas abrazadas y a niños llorando, mientras se empezaba a saber lo que ocurría, a través de los smartphones y de las redes sociales.

Ningún jugador realizó declaraciones en la zona mixta. Y las tradicionales conferencias de prensa de los entrenadores fueron canceladas.La televisión que transmitió el encuentro, TF1, cambió de inmediato su programación, para cubrir la ola de atentados que ensangrentó París, dejando más de 120 muertos.

"En el RER (servicio de trenes) la gente estaba muy calma, silenciosa", contó a la AFP un espectador, Olivier, de 55 años.

"La gente sabía lo que había ocurrido, miraban su teléfono, pero no había escenas de pánico". 

Dos horas después del partido, detrás de la puerta J, en el sector Este del estadio, la policía científica trabajaba en busca de pruebas en las escenas del horror: un local de comida rápida, un cine, una tienda de deporte.