Un policía blanco fue despedido este miércoles del cuerpo policial, tras ser detenido y acusado del asesinato de un hombre negro desarmado en North Charleston, Carolina del Sur, en un contexto de tensiones raciales exacerbadas en Estados Unidos.

"Quiero decirles que el oficial fue despedido", dijo el alcalde Keith Summey en una conferencia de prensa interrumpida varias veces por los gritos de manifestantes que reclamaban "justicia". "No toleramos lo que está mal, poco importa quién" es el autor del crimen, agregó.

El hecho provocó varias protestas en la ciudad de Charleston el miércoles, sobre todo una frente a la alcaldía de esta localidad, al coro de "¡Detengan la violencia policial!".

"No queremos ser tratados desigualmente queremos ser tratados de forma equitativa y hasta que seamos tratados equitativamente, seguiremos protestando", dijo a la AFP el militante Calvin Bennett.

Una manifestación está prevista en la localidad para la noche de este miércoles. 

El hecho ocurrió el pasado sábado cuando el policía, Michael Slager, disparó ocho veces por la espalda al hombre, que parecía huir del agente tras haber sido detenido en un control vial de rutina, según puede verse en un video enviado por un testigo al diario New York Times.

Entre el agente y el conductor, Walter Scott, de 50 años, se habría producido un breve enfrentamiento a plena luz del día tras un control por un problema de faros.

Tras ser detenido el martes, el agente, que podría ser condenado a 30 años de prisión o incluso a la pena de muerte, fue trasladado al centro de detención del condado de Charleston.

La investigación fue confiada a la policía estatal, la South Carolina Law Enforcement Division (SLED).

Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, dijo que el video es "terriblemente difícil de ver, y muestra que "sería positivo" que los policías lleven cámaras personales.

Sobre este tema, el alcalde Summey anunció que la ciudad recibió una subvención para comprar cientos de cámaras personales para equipar a los policías en uniforme.

Alcanzado por cinco balas

El padre de la víctima, también llamado Walter, se dijo devastado por la muerte de su hijo.

"La manera en la que le dispararon, parecía que él (el policía) estaba tratando de disparar a un ciervo (...) Ni siquiera sé si es racismo o tiene un problema mental", declaró al canal NBC, y "agradeció a Dios que (las autoridades) tengan el video".

Antes de que el vídeo fuera difundido, el policía afirmó que Walter Scott lo había agredido y le había quitado su pistola eléctrica.

Pero en realidad, tras disparar, el agente camina calmadamente hasta el hombre que yace agonizando y lo esposa. Slager, de 33 años, parece recoger del suelo un dispositivo que se habría caído durante el altercado y lo deja junto a la víctima, que murió poco después.

En el mandato de arresto, al que tuvo acceso la AFP, se indica que "Thomas Slager (...) mató a la víctima ilegalmente y con premeditación".

"Disparó a la víctima varias veces por la espalda después de un altercado. Todo está basado en pruebas recogidas en el vídeo".

En una rueda de prensa el martes por la noche, el hermano de la víctima se preguntaba qué habría pasado si no hubieran existido las imágenes. "Si no hubiera habido un vídeo, ¿sabríamos la verdad? Pero ahora, conocemos la verdad", dijo.

Los familiares de la víctima calificaron de "héroe" a la persona que filmó la escena de la muerte de Scott.

Scott fue alcanzado por cinco balas, tres en la espalda, una en la oreja y otra en la nalga, según Stewart, que cita al médico forense, señaló el informe de New York Times.

El departamento de Justicia anunció que tomará  "las acciones necesarias" sobre este caso y que el FBI abrió también una investigación.

Prácticas racistas de la policía

El incidente podría reavivar las tensiones raciales en Estados Unidos, donde en los últimos meses se han conocido numerosos casos de ciudadanos negros muertos a manos de oficiales de policía blancos. 

La muerte en agosto de 2014 de otro joven negro desarmado en la ciudad de Ferguson (Misuri) provocó masivas protestas en todo el país. El policía responsable no fue juzgado por falta de pruebas, pero el Departamento de Justicia publicó un informe lapidario sobre las prácticas de la policía local y de altos funcionarios municipales, algunos de los cuales dimitieron.

Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, reconoció en una entrevista que lo ocurrido en Ferguson no era "un caso aislado".