La defensa antiaérea de Irán debe tomarse en serio en caso de guerra
Fotografía: AFP




Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

La destrucción la semana pasada de un dron estadounidense por un misil iraní demuestra los progresos de Teherán en materia de defensa aérea, lo que debe ser seriamente tenido en cuenta en caso de guerra abierta, opinan los expertos.

El Global Hawk, dron de observación de la US Navy, volaba a mucha altura -puede llegar a 18 mil metros- pero pese a ello fue derribado por un misil tierra-aire de la fuerza aeroespacial de los Guardianes de la Revolución, el poderoso ejército ideológico del régimen iraní.

Irán Diseño: AFP

"Ello ilustra las capacidades de Irán en la materia, y su voluntad de enviar un mensaje a Estados Unidos", explica Becca Wasser, analista de la Rand Corp.

"Demuestra que (los iraníes) han comprado o desarrollado capacidades antiáereas, y que saben utilizarlas", agrega la analista a la AFP.

"Irán afirma haber utilizado un sistema del tipo SAM producido localmente. Si eso es verdad, sería algo significativo pues podría suministrarlo a sus grupos aliados en la región", agrega.

Según la edición 2019 del Military Balance del International Institute for Strategic Studies (IISS), Irán posee 32 baterías de los temibles misiles tierra-aire SAM-300, entregados por Moscú a partir de 2016.

El país ha desarrollado además versiones iraníes de estas armas, en especial los Bavar 373, SAM Tabas y SAM Raad, habitualmente exhibidos en Teherán durante los desfiles militares.

Los Guardianes de la Revolución afirman que el dron estadounidense fue abatido con un misil 3-Khordad, una variante del SAM Raad.

"El enemigo ha enviado su avión de reconocimiento y de vigilancia más avanzado a la zona prohibida, y todo el mundo ha visto cómo este dron fue abatido", proclamó el lunes el contraalmirante Hossein Khanzadi, comandante de la marina iraní. "Lo digo con total confianza: esta demoledora respuesta puede repetirse, y el enemigo lo sabe".

- Avión-espía -

"Si la aviación estadounidense quiere ingresar en masa en Irán, puede salir trasquilada, pues los iraníes estarán esperándolos", afirma a la AFP el exjefe de un servicio francés de inteligencia, que pide el anonimato.

Sin embargo, Dan Gettinger, codirector del Centro de estudios de drones en el Bard College de Nueva York, precisa que "el Global Hawk es muy grande" (40 m de envergadura como Boeing 737) y vuela lentamente. A gran altura, como vimos el jueves (fecha del derribo) "no es necesariamente un problema para ciertos sistemas de defensa".

Su destrucción "será seguramente tomada en cuenta para las futuras operaciones en la región", agrega.

"Esto recuerda el avión-espía estadounidense U2 derribado encima de la Unión Soviética" en 1960, pero entonces "con el piloto Gary Powers a bordo".

Éste fue capturado y luego intercambiado por Moscú contra un espía soviético detenido en Estados Unidos, y este incidente del U2 "está en gran medida en el origen del desarrollo del programa de drones estadounidenses", afirma Gettinger.

Sin embargo no hay que deducir de este derribo del dron que Irán es capaz de erigir un muro infranqueable en torno a sus fronteras ante el mayor ejército del mundo, el de Estados Unidos, cuya superioridad es aplastante, opinan los expertos.

A fines de 2015, justo después de la venta por Moscú a Teherán de su sistema SAM-300, a la que Israel intentó en vano oponerse por medios diplomáticos, el general Amir Eshel, jefe de la aviación israelí, declaró que ello planteaba un "problema significativo pero superable".

Douglas Barrie, especialista del sector aeroespacial del IISS, afirma a la AFP que "desde luego Irán ha mostrado que puede derribar un gran dron". "Pero ello no demuestra una capacidad para preservar sus defensas antiaéreas ante un ataque masivo, que incluya bombardeos de misiles y contramedidas para neutralizar dispositivos antiáereos".