Los servicios de socorro de Indonesia seguían buscando este lunes a supervivientes en pueblos y zonas agrícolas sepultadas por nubes de cenizas caliente tras la erupción de un volcán en el oeste del país.

Siete personas murieron y otras estaban entre la vida y la muerte tras resultar quemadas.

El volcán Monte Sinabung, en el norte de la isla de Sumatra, se despertó el sábado y empezó a lanzar gigantescas nubes de gas, piedras y cenizas, creando el pánico entre los agricultores que intentaban huir, explicaron varios testigos.

La ola de cenizas, que se desplazan a toda velocidad, con temperaturas de hasta 700 grados centígrados, arrasó casas, tierras y ganado.

"Los habitantes de los pueblos que lograron sobrevivir corrían aterrorizados por todos partes", explico a la AFP Agustatius Sitepu, jefe del ejército en el distrito de Karo, donde se encuentra el volcán.

La erupción es tan violenta que los pueblos en una zona de 12 kilómetros alrededor quedaron sepultados por espesas capas de ceniza, indicó.

Las personas más afectadas estaban trabajando en el campo, en una zona de cuatro kilómetros donde el gobierno prohíbe el acceso por razones de seguridad.

El domingo se descubrieron seis cadáveres. Tres personas con quemaduras graves fueron hospitalizadas y una de ellas murió, indicó Nata Nail, responsable de la agencia local de la agencia de catástrofes.

En Gamber, un pueblo que ya fue evacuado en 2014 por otra erupción del Sinabung, los equipos de rescate encontraron a varios supervivientes el domingo.

El volcán se despertó en 2010 tras 400 años dormido. Tras un periodo de calma, hubo una erupción en 2013 y desde entonces es muy activo. En 2014 murieron 16 personas por una erupción.