San Salvador, El Salvador.

La Iglesia católica de El Salvador pidió a las autoridades acciones para frenar la violencia criminal en el país, luego de que presuntos pandilleros asesinaron al sacerdote Walter Osmir Vásquez, cuyo funeral se efectuó este domingo.

"Este clima de violencia criminal debe ser combatido y superado mediante el mejor esfuerzo nacional", señaló la Iglesia en un comunicado leído ante los feligreses por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, durante la misa dominical en la catedral capitalina.

"La situación de violencia es grave, no solo la muerte de nuestro hermano sacerdote nos conmueve, sino la de todos los salvadoreños que mueren, no hay derecho", agregó Escobar en una rueda de prensa tras la misa.

Para Escobar, la lucha contra la violencia criminal no debe involucrar solo al gobierno, "sino que es un tema que nos compete a todos".

Vásquez fue asesinado a balazos por presuntos pandilleros el jueves cuando se dirigía a participar de las celebraciones de la Semana Santa en la ciudad de Lolotique, 130 km al este de San Salvador.

El sacerdote fue interceptado por hombres armados cuando conducía un carro en una calle de tierra en las afueras de Lolotique.

Este domingo, en esa localidad se efectuó el funeral del sacerdote en el que participaron unas 2.000 personas, además de miembros del clero salvadoreño, entre ellos Escobar, y el cardenal Gregorio Rosa Chávez, quien encabezó la misa en memoria de Vásquez en la parroquia de la ciudad.

En el mensaje de la misa efectuada en la parroquia Santísima Trinidad, el cardenal Rosa Chávez, preguntó que si los salvadoreños lograron "vencer" una guerra civil (1980-1992) "¿por qué no podemos vencer a esta otra guerra?", en referencia a la violencia criminal.

Tras la misa, el féretro con los restos mortales del sacerdote fue llevado al cementerio de la localidad, en donde en fue sepultado bajo cánticos religiosos.

En la mañana, tras la misa dominical el arzobispo de San Salvador calificó el asesinato de Vásquez como un sacrilegio "que debe de investigarse y clarificarse".

Escobar también dijo que solicitó al vicepresidente Óscar Ortiz, que recientemente se comunicó con él, "que el asesinato no quede impune".

Escobar explicó que por el momento no hay "mayores indicios" sobre aspectos que rodean la muerte del sacerdote y por ello dijo no atreverse a señalar quienes serían los responsables.