HSBC congela cuentas de pequeñas empresas en Reino Unido por caso relacionado con lavado de dinero de carteles mexicanos




Londres, Reino Unido.

Un importador de aguacates, un vendedor de cigarrillos electrónicos y un fabricante de herramientas para limpiar baños, están entre las compañías británicas a las que han cerrado o congelado cuentas por HSBC en los últimos dos meses, víctimas involuntarias de una represión por parte del banco sobre flujos de dinero ilícitos.

Decenas de empresas se han visto afectadas, algunas se ven incapaces de pagar al personal y a los proveedores, y otras sufren pérdidas financieras que temen podrían obligarlas a cerrar.

El número es un pequeño porcentaje de todas las cuentas de negocio que tiene HSBC, pero los afectados se encuentran en el sector de la pequeña empresa que el gobierno ha dicho que quiere alentar y espera que prospere después de que Gran Bretaña abandone la Unión Europea.

Inhibir una cuenta es siempre un último recurso, por lo que para llegar a esa etapa habremos hecho todo lo posible para contactar al cliente y obtener la información que necesitamos", declaró Amanda Murphy, directora de banca comercial de HSBC UK.

Al menos 14 compañías dijeron a  la agencia Reuters en entrevistas que habían perdido acceso a sus cuentas después de contestar preguntas de HSBC como parte de una revisión de clientes.

El banco está tratando de apretar los cheques a los clientes después de una multa de mil 900 millones de dólares en 2012 por permitirse utilizar para lavar el dinero de la droga de México.

Más de 30 compañías han presentado quejas ante HSBC sobre sus cuentas cerradas o congeladas, según confirmaron fuentes con conocimiento de las quejas y anuncios de medios sociales de las empresas afectadas.

David Johnston, cuya compañía Interbrands importa aguacates congelados, dijo que recibió una carta el 10 de agosto diciendo que HSBC congelaría sus cuentas en moneda extranjera el 11 de agosto, dejándolo incapaz de pagar a sus proveedores mexicanos y un envío varado.

Las regulaciones contra el lavado de dinero impiden a los bancos que informen a los clientes el por qué sus cuentas están cerradas o suspendidas cuando se sospecha que existe una caso de este tipo.

En ciertos casos, HSBC puede ser impotente para decirle a los clientes por qué están sufriendo.