El gobierno de México emprendió una contienda pública contra un experto de Naciones Unidas que escribió un mordaz reporte, en el que sostiene que la tortura es una práctica "generalizada" entre las autoridades del país.

Juan Méndez, relator especial sobre tortura de la ONU, mandó una carta el miércoles al enviado de México ante Naciones Unidas en Ginebra, Jorge Lomónaco, en la que pide explicaciones por lo que considera un "ataque personal" por parte de altos funcionarios de la cancillería de México.

El relator -de nacionalidad argentina- rechazó haber violado el código de conducta en diplomacia y replicó así a una misiva enviada por Lomónaco al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la que se critica el reporte que Méndez difundió en marzo.

Méndez recordó que el año pasado aseguró al gobierno mexicano haber alcanzado sus conclusiones "con mucho pesar", pero "bajo el entendimiento" de haber sido invitado a realizar "una evaluación sincera de la situación".

"Hubiera sido una falta de ética de mi parte haber sucumbido a presiones que recibí en ese primer momento para que cambiara de parecer", escribió al embajador Lomónaco, en una carta publicada en el sitio internet antitorture.org, creado por el centro de derechos humanos de la American University, donde Méndez trabaja.

De su lado, Lomónaco dijo en su carta al Consejo de Derechos Humanos que la conclusión de Méndez sobre la tortura generalizada "carece de fundamento" por no contar con la documentación necesaria y basarse en solo 14 casos.

Méndez respondió que los 14 casos "representan la situación de 107 víctimas mexicanas (...) mucho más que la cantidad de casos enviados a cualquier otro país en el curso de un solo año".

El relator especial de la ONU también rechazó las declaraciones del subsecretario para asuntos multilaterales y derechos humanos de la secretaría de Relaciones Exteriores de México, Juan Manuel Gómez, quien dijo al Senado la semana pasada que Méndez actuó de manera irresponsable y poco ética, declaraciones que fueron respaldadas por el propio canciller mexicano, José Antonio Meade.

Aunque Gómez dijo que el gobierno no volverá a trabajar con Méndez, el martes aseguró que México seguirá cooperando con los relatores especiales y que es inusual que éstos visiten el país más de una vez.

El Presidente Enrique Peña Nieto busca mejorar la imagen de México en la esfera internacional desde que asumió el poder en diciembre de 2012, heredando una guerra contra el narcotráfico que ha dejado más de cien mil muertos y desaparecidos, así como víctimas de abusos por parte del ejército y la policía.

Sin embargo, el gobierno atraviesa una crisis desde septiembre pasado, por la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes de Guerrero (sur) a manos de policías locales coludidos con narcotraficantes.