Sparow, Alemania.

Un ex presentador de radio y líder de la derecha populista buscará quitar el escaño parlamentario directo a la canciller alemana, Angela Merkel, en los comicios generales del 24 de septiembre.

Los ultraconservadores de Alternativa para Alemania (AfD) en la región de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el extremo noreste de Alemania, nominaron hoy por una abrumadora mayoría a su presidente, Leif-Erik Holm, como cabeza de lista regional y candidato para el distrito electoral número 15, que ostenta Merkel desde 1990.

Holm ha acaparado la atención mediática al anunciar de forma grandilocuente el fin de la era Merkel. "La queremos mandar de regreso a Uckermark", dijo en alusión a la casa de fin de semana que la mandataria tiene en esa región.

Con sus críticas hacia la política de brazos abiertos a los refugiados de Merkel y demandas populistas, el partido nacido del rechazo a los rescates financieros en la eurozona ha ido ganando adeptos y festejado éxitos electorales que le han permitido desembarcar en diez hemiciclos regionales.

En Mecklemburgo-Pomerania Occidental, la región que baña el Mar Báltico y linda con Polonia en el este, la AfD consiguió de la mano de Holm un 20,8 por ciento de los votos en los comicios regionales del año pasado y superó a la CDU de Merkel, que cayó de más del 42 al 19 por ciento y se convirtió en tercera fuerza detrás del Partido Socialdemócrata (SPD) y de los populistas.

El sábado, Merkel fue ungida como candidata de la Unión Demócrata Cristina (CDU). La jefa de gobierno, que busca un cuarto mandato, ostenta desde 1990 un escaño directo al Bundestag en esta región, considerada su patria política.

Sin embargo, el auge que viven los socialdemócratas gracias a la candidatura del ex presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz está costando votos en las encuestas tanto a la CDU de Merkel como a los populistas.

La AfD ha caído de cerca del doce al ocho por ciento en la intención de voto, su peor resultado desde 2015. Sin embargo, podría ingresar por primera vez en el Parlamento al superar el umbral mínimo de cinco por ciento.