Cruz Roja Internacional revela 21 empleados pagaron por servicios sexuales




Ginebra, Suiza.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reveló que 21 empleados fueron despedidos desde 2005 por haber pagado a cambio de servicios sexuales o renunciaron mientras se realizaba la investigación interna, y reconoció que conductas de este tipo son una "traición" a la gente por la que trabaja.

"Esta conducta es una tradición a la gente y comunidades que servimos, va contra la dignidad humana y debemos estar más atentos para prevenirla", señaló el director general de la organización humanitaria, Yves Daccord, en una declaración en su página web.

En un periodo en el que no paran de salir a la luz casos de acoso, conductas inapropiadas o agresiones sexuales en distintos sectores, incluyendo el humanitario, Daccord pidió a sus equipos que rastreen todos los datos sobre esta problemática, ya que el sistema de gestión que utiliza no le permite hacerlo de manera precisa.

"El sistema descentralizado de gestión que hemos usado por cuatro décadas es el que nos permite tomar decisiones de vida o muerte en términos de seguridad y suministro de ayuda, pero cuando se trata de malas conductas ha sido difícil compilar datos exactos", explicó.

Con la información que solicitó a su equipo, Daccord indicó que además de los 21 casos identificados, hubo dos empleados sospechosos de conductas sexuales inapropiadas a los que se no se renovó su contrato.

El CICR tiene más de 17.000 empleados en todo el mundo y el responsable de la entidad reconoció que existe la preocupación de que hechos "que debían ser reportados, todavía no lo han sido, o lo fueron pero no se trataron adecuadamente".

Aseguró que se están tomando acciones para resolver esto.

Todos los contratos de trabajo están vinculados al Código de Conducta del CICR, que desde 2006 prohíbe explícitamente la compra de servicios sexuales, incluso en lugares donde la prostitución es legal, "porque consideramos que este comportamiento es incompatible con los valores y la misión de la organización".

"Todo empleado que viole nuestro Código de Conducta tendrá que responder por sus actos", aseguró el director general del CICR, quien dijo que se ha establecido contacto con otras organizaciones que trabajan en actividades similares para impedir que los infractores puedan moverse en el sector sin ser detectados.