Berlín, Alemania.

Un anticuario de 56 años fue condenado este miércoles a cadena perpetua por haber descuartizado a una persona mayor para luego congelarla y así cobrar su jubilación durante diez años, un crimen que conmocionó a Alemania.

Un tribunal de Berlín declaró a Josef Szczurek culpable de asesinato con agravantes, lo que lo excluye prácticamente de ser puesto eventualmente en libertad tras 15 años de encierro.

Según el veredicto, este ludópata primero mató al jubilado, al que conocía personalmente, luego lo descuartizó y escondió sus restos en un congelador con la finalidad de cobrar su jubilación mensual de 2.000 euros.

El juez accedió a la pena solicitada por la fiscalía, en tanto la defensa había pedido eliminar el cargo de asesinato, considerando que todos los indicios sugerían un suicidio.

"Yo no maté a Heinz (nombre de la víctima) ni a ninguna otra persona", clamó el acusado. En cambio, sí reconoció el resto de los hechos.

Esta historia reavivó un debate en el país sobre la soledad y vulnerabilidad de las personas mayores en las grandes ciudades.