Guadalajara, Jalisco.

Con subsidios, creación de cooperativas e innovación, el Instituto  de la Artesanía Jalisciense busca rescatar técnicas artesanales como el vidrio soplado de Tlaquepaque, que están en peligro de extinción.

En el estado hay alrededor de 457 mil personas que se dedican a la fabricación de artesanías, de acuerdo con datos del INEGI.

Esta dependencia tiene registro de 10 mil 700 artesanos, con los que ha trabajado para preservar esta actividad, indicó su director, Ernesto Meza.

Jalisco es un Estado rico en técnicas; 118 de sus municipios tienen vocación artesanal. A lo largo de su territorio se han desarrollado 17 ramas artesanales, entre éstas alfarería, fibras vegetales, arte wirárika, madera, metalistería, talabartería, textil y vidrio.

El director del Instituto de la Artesanía Jalisciense destacó que destinaron  este año 3 millones de pesos en su impulso, se crearon 16 cooperativas de artesanos y 31 marcas.

El funcionario aseguró que cada vez se acercan más artesanos, principalmente para aprovechar el Centro de Diseño e Innovación para elaborar nuevos diseños.

En 2017 se crearon 307 diseños con el apoyo del Instituto de la Artesanía Jalisciense.