Guadalajara no perdona pago de licencia a bares quebrados, reclama dueño La Chintrola y Mi Reinita
Fotografía: Georgina García Solís




Guadalajara, Jalisco.

De La Chintrola y Mi Reinita no quedan rastros. La pandemia arrasó con la cervecería y el salón de baile, ubicados en la calle Morelos del centro de la ciudad.

El empresario, Alois Usela bajó la cortina de ambos negocios con licencia de bar el pasado 28 de julio; los empleados se llevaron el mobiliario como parte de su liquidación.

Ahí, no termina la trágica historia de La Chintrola y Mi Reinita. Al dueño le quedó una deuda de más de medio millón de pesos, casi la mitad los reclama el ayuntamiento de Guadalajara por el refrendo de la licencia de 2020, multas y recargos.

Alois Usela llegó al local de la calle Morelos hace cinco años; empezó con una pizzería y luego se convirtió en el salón de baile Mi Reinita. La última inversión que hizo fue para dividir el espacio en dos y crear una cervecería con el nombre de La Chintrola.

Al iniciar el año, ambos negocios ya enfrentaban problemas económicos y el cierre temporal por la emergencia sanitaria se convirtió el tiro de gracia. Al paso de los meses sin poder abrir, no hubo otra alternativa más que desmantelarlo.

Los bares suman seis meses sin poder recibir clientes, están al final del proceso de la reactivación económica.

Aunque tomó una decisión, Alois Usela todavía no puede cerrar el ciclo de La Chintrola y Mi Reinita debido a los deudos que sostiene con el dueño del local, quien tampoco lo liberara mientras no liquide los más de 200 mil pesos que reclama el Ayuntamiento de Guadalajara por refrendo de la licencia bar.

La respuesta del gobierno tapatío al empresario tapatío es la improcedencia de la cancelación del pago.


Georgina Iliana García Solís