Por cada peso que se gasta en campaña hay 15 que se mueven bajo la mesa




Guadalajara, Jalisco.

Según “Dinero bajo la mesa”, por cada peso que se ve en el gasto de campaña, hay 15.3 que se mueven bajo la mesa. Este 2018 los partidos recibieron para esta contienda electoral que se vive, 11 millones 842 pesos gracias al incremento del presupuesto en los estados.

La investigación hecha por Integralia y la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, reveló también que, de acuerdo con lo reportado por los candidatos ellos gastan 32.8% del tope de campaña, pero en 2016 y 2017 el Instituto Nacional Electoral (INE) detectó 19% extra de la cantidad que los candidatos decían gastar, el cual no había sido declarado.

El principal ejemplo, es en Edomex el INE detectó que 170 millones de pesos fueron gastados por los candidatos y como aquí se plantea, no se reportaron. Josefina Vázquez Mota ex candidata a la presidencia, cuenta con 52 millones de pesos no reportados, Alfredo del Mazo 50.92 millones, Juan Zepeda 47.43 millones y Delfina Gómez 8.43 millones.

Es decir que 44% de las sanciones que ha definido el INE entre 2016 y 2017 han sido porque los candidatos omiten reportar su información. Lo escandaloso es que por cada 10 pesos que el INE encuentra como gasto ilegal, sólo se conoce el origen de 1.4 pesos.

Según información de las elecciones de 2016 -2017, el costo promedio para conseguir un voto mediante las campañas se estima entre los 750 pesos. La cifra de las partidas dobles en los estados supera la nacional, es decir que por cada peso que se ve, hay 15 que se mueven por debajo de la mesa.

- ¿A dónde va el desvió de recursos públicos? -

A la subcontratación forzada: es cuando se transfieren recursos y responsabilidades referentes al cumplimiento de ciertas tareas a una sociedad externa, empresa de gestión o subcontratista.

A descuentos de nómina: es dinero destinado a otras áreas que el trabajador debe cubrir por ley, en algunos casos podrá acceder a los beneficios de este ahorro en el futuro. Esos descuentos van destinados principalmente a; seguros sociales, fondos de vivienda, ISR de retenciones por salarios, aportación a fondos de pensión.

Al uso y transformación de recursos en efectivo: es decir, la entrega directa de dinero en efectivo o en especie.

A empresas fantasma o fachada: coloquialmente se entiende como una sociedad que se utiliza ilícitamente para realizar operaciones empresariales simuladas y que no tiene activos reales, fachadas corporativas que tienen por única finalidad defraudar o evadir aplicaciones de la ley.

Entre otros como sobrecostos en adjudicaciones, servicios y obra pública, lo que correspondo a lo que se conoce como “inflar presupuestos”. Las partidas que regularmente se les otorgan a los medios de comunicación. Los otorgamientos en permisos de construcción y ambulantaje, cobro de cobro dobles. Y el uso de uso político de programas sociales, como lo reportó #44Lab en el texto sobre la compra del voto a través de amenazas.