Guadalajara, Jalisco.

En la gasolinera de Juan Álvarez y Mezquitán ha pasado de todo desde que inició el desabasto de gasolina hace tres semanas: largas filas, molestia de automovilistas, inseguridad por robo a mano armada de efectivo mientras daban servicio y exhaustiva supervisión de Pemex.

Una empleada de la que no revelaremos su identidad, narró a lo que se han tenido que enfrentar.

Ante el hecho de que varias gasolineras se surtían, hasta antes del cierre de ductos por parte de Pemex por la vía ilegal de la venta de combustible a través de los llamados huachicoleros, la empleada aclara que desconoce quiénes, pero le cuesta trabajo imaginarlo pues personalmente hacen la petición a Pemex y explicó cómo la empresa de Petróleos Mexicanos, monitorea las finanzas y litros vendidos.

En esta gasolinera del centro de Guadalajara surten sólo 20 litros por cliente para abastecer a más personas y no venden en bidones para evitar el huachicoleo.

Forma parte de una asociación de 14 estaciones de gasolina y advierte que quien ha vendido gasolina no por la vía oficial, solo Pemex lo sabe.

Los vecinos que son comercios, alimentos, casas habitación y una cantina, han externado quejas por el bloqueo de una calle, el exceso de tráfico, y que prácticamente policías viales auxilian a la gasolinera pero sin tomar en cuenta a las otras personas que perjudican.

Durante el día quienes circulan de Oriente a Poniente sobre Juan Álvarez no tienen paso. Sobre Mariano Bárcenas pasan nueve rutas de camión de norte a sur y de dos carriles, por la fila de autos esperando gasolina, se redujo a uno y con ello, el caos en la zona.