Estudio de la UNOPS ve el conflicto con los pobladores de Temacapulin, como algo “intratable”




Guadalajara, Jalisco.

El estudio que realizó la Oficina de Servicios y Proyectos de las Nacionaes Unidos (UNOPS) para justificar la altura de 105 metros de la presa de El Zapotillo, clasificó el conflicto con los pobladores de Temacapulin como un conflictointratable”.

En el estudio de más de cuatro mil páginas, existe un apartado sobre gobernanza que detalla los conflictos que se han desarrollado a lo largo de 12 años, cuando el proyecto fue aprobado.

Puntualmente, el texto señala que “Una tercera parte de la población de Temacapulín aproximadamente se mantiene firme con la oposición, los dos tercios restantes y las comunidades de Palmarejo y Acasico han avanzado un poco más en el proceso de compra de terrenos, reubicación o reasentamiento involuntario”.

Sin embargo, líneas más abajo hace una distinción de los pobladores en tres rubros:

  • 1.- los que están de acuerdo con el proyecto El Zapotillo y que han logrado vender sus Propiedades.
  • 2.- los que siguen indecisos y los que se oponen a dicho proyecto. A pesar de haber requerido dicha información a las autoridades competentes, no hemos tenido acceso a documentación oficial al respecto.
  • 3.- Una parte importante del sector académico, organizaciones civiles de Guadalajara y el Observatorio del Agua también ha manifestado su oposición a través de un extenso conjunto de recomendaciones y posicionamientos.

Al final, retoma el punto de que el conflicto ha pasado por momentos de mucha tensión social y utiliza un artículo periodístico donde Raul Pacheco Vega, en un artículo del mes de julio 2015, quien califica este conflicto como “intratable” por ser “prolongado, irreconciliable, violento, de suma cero, de carácter centralizado, demandante estresante, doloroso, agotador y costoso”.

De esta manera, el estudio justifica la quinta de sus recomendaciones: inundar los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo con una cortina de 105 metros en la presa de El Zapotillo.


Omar García