Estudiarán impacto al agua subterránea de agroindustria de berries




Guadalajara, Jalisco.

El auge explosivo de los cultivos de “frutos del bosque”, conocidos popularmente como berries, y de la papa, pone en predicamento los recursos hidrológicos y la frontera forestal del municipio de Tapalpa, una demarcación que pese a la bonanza y la generación de riqueza por la agroindustria, sostiene a la mitad de la población en actividades turísticas, es decir, vive de su paisaje y de sus servicios ambientales, hoy en degradación.

El activista ambiental Annan Nodedt, señala la importancia de conocer más a detalle el agua subterránea. Pero por lo pronto, ya se sabe que está sobreconcesionada y en veda, al igual que sucede con el agua superficial.

Se han estado teniendo ya dos reuniones con el presidente municipal , 92 por ciento de esos pozos son para explotación agrícola

El 27 de abril de 2017, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) determinó que cuatro polígonos de aguas subterráneas enclavadas en el municipio (acuíferos Tapalpa, Autlán, Lagunas y Jiquilpan) tienen disposición cero; en el caso de las aguas superficiales, la cuenca Las Piedras está en veda, mientras la cuenca de El Rosario también registra nula disponibilidad.

En específico, el agua superficial tiene 69 aprovechamientos, de los cuales 34 son de uso público-urbano, 17 de uso agrícola, nueve de uso pecuario, tres de uso "doméstico", tres de usos múltiples y tres más para servicios.

En el agua subterránea, las concesiones agrícolas son abrumadoras: 133 de 185 concesiones totales; 19 para uso público-urbano, trece para uso doméstico, trece para uso de servicios, y siete para ganadería. El dato clave no es el número de concesiones, sino el agua que amparan. De esa relación se da la fuerte concentración de agua para uso agrícola, por arriba del promedio nacional, en que ronda sobre 80 por ciento. Sobre la calidad de esa agua, poco se conoce.

Preocupa el impacto del uso de bromuro de metilo como agente para erradicar plagas en los cultivos de berries. Ha habido debates con las empresas asentadas, porque es un compuesto cuyo uso está en vías de erradicación ante los graves daños que la sustancia activa genera en la capa de ozono, pero en este caso, podría filtrarse al subsuelo y generar contaminación. Los activistas ofrecen indicios de que su presencia en las actividades productivas es real.

Para el año 2014, se sembraron 3,033 hectáreas de berries en Jalisco, con 140 mil toneladas al año. 95 por ciento de la producción se exporta a Estados Unidos y Europa y es líder nacional en la producción de arándanos y zarzamora. Nunca se han internalizado los costos ambientales de la actividad.

No sabemos cómo está el acuífero para nada, a partir de allí surgió nuestra iniciativa ,es un estudio exhaustivo que se pretende tener en siete meses


Agustín Bernardo Del Castillo Sandoval