En desaparición del IJAS borran antigüedad de empleados y se pierden bases
Fotografía: Georgina García Solís




Guadalajara, Jalisco.

A pesar de que el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez afirmó que sólo iban contra aviadores y malos manejos al desaparecer el Instituto Jalisciense de Asistencia Social, los trabajadores de la Unidad de Atención a Personas Indigentes (UAPI) denuncian que en este proceso se ha pasado por encima de sus derechos laborales.

El personal de la UAPI empezó a recibir ofrecimientos de liquidación, que no contemplan su antigüedad en la institución y que se limitan a tres meses de salario. Si aceptan la propuesta, pasan a la siguiente mesa para ser evaluados y determinar si regresan a su área de trabajo, pero bajo contrato, sin recuperar su base.

Estas condiciones han sido rechazadas por algunos de los trabajadores, quienes valoran el camino legal a seguir. Un empleado de almacén relata lo que ha enfrentado de manera anónima por miedo a complicar más su situación.

En el caso de este trabajador con 30 años de antigüedad el ofrecimiento fue de 30 mil pesos, lo equivalente a 3 meses de sueldo. Algunos ya aceptaron con la esperanza de conservar la fuente de empleo ahora en el DIF Jalisco, dependencia que absorbió la UAPI que antes dependía del extinto IJAS, pero hay otros empleados que todavía están a la espera de la llamada de la secretaría de Administración, aunque sin buenas expectativas. Es el caso de esta enfermera que comparte su experiencia de manera anónima.

“Nos están presionando psicológicamente para que firmemos, para que si tu firmas tienes oportunidad de tener un trabajo, si no firmas pues no te dan nada, pero al no firmar no te dan tu carta de despido y por lo tanto no puedes sacar tus ahorros en Pensiones del Estado o del IMSS, eso es lo que están tratando de hacer, no firmas no te doy esto, pero pues la opción que nosotros tenemos es que podemos demandar, pero si demandas es lo mismo, no te dan las cosas, se puede tardar uno o dos años el proceso”.

La enfermera que fue separada intempestivamente de la UAPI no sólo ve perdidos sus derechos laborales, sino que además enfrenta un duelo por dejar a pacientes en situación de calle, con enfermedades psiquiátricas.

“Acá los pacientes de nosotros, su familia éramos nosotros, mucha diferencia, porque ellos nada más nos tenían a nosotros y de un de repente, pues tanto para ellos como para nosotros fue muy drástico el cambio, perdón me agarró el sentimiento, pero es un duelo que estoy viviendo”.


Georgina Iliana García Solís