Nuevas denuncias contra sacerdotes chilenos por conductas sexuales impropias




Santiago, Chile.

Un sacerdote de la región de Rancagua, en el centro de Chile, reconoció haber tenido conductas sexuales impropias al haber enviado a una mujer de su parroquia fotografías en las que aparecía desnudo, según un reportaje del canal 13.

Elisa Fernández, una feligrés de la parroquia de la localidad de Paredones (unos 250 km al sur de Santiago) denunció al párroco Luis Rubio por haberle enviado fotografías desnudo en redes sociales en septiembre 2017, según dijo en el reportaje emitido el viernes por la noche en el noticiero de Canal 13.

"Sí, es cierto, pero yo también corté todo eso… Fue un error mío, yo lo reconozco", admitió Rubio, un cura de 54 años, tras ser consultado por la denuncia en el reportaje.

Fernández recibió las fotografías en una cuenta de Facebook que creó haciéndose pasar por una menor de 16 años con el fin de obtener pruebas para denunciar a este y otros sacerdotes de Rancagua quienes habrían incurrido en hechos sexuales impropios.

Rubio alertó a sus superiores en Rancagua sobre la nota periodística -días antes de que fuera difundida- en la que había reconocido sus actos y confirmó haber tenido un "comportamiento impropio", indicó un comunicado de la Diócesis de Rancagua difundido el lunes pasado en su página web.

"Frente a esta situación se ha adoptado la medida de suspender temporalmente del ejercicio de su ministerio al presbítero, como medida cautelar, mientras se indaguen y entreguen a la Santa Sede los antecedentes de la causa", agregó.

En el reportaje, Fernández explicó que participó en su parroquia durante 14 años, donde descubrió que Rubio y otros sacerdotes tenían un grupo en el que hablaban sobre sus preferenciales sexuales.

"No sé si llamarlo cofradía, secta o grupo de sacerdotes que tienen prácticas que no se conllevan con su condición de curas y con respecto a jóvenes, por lo menos en mí época, de entre 15 y 29 años", sostuvo la mujer, quien denunció el hecho pero que nunca fue investigado por la Iglesia.

El caso se produce en medio de un escándalo por encubrimiento de abusos sexuales de sacerdotes que ha golpeado duramente a la iglesia chilena. El Papa Francisco convocó a los 34 obispos chilenos al Vaticano, quienes pusieron sus cargos a disposición del pontífice luego que los acusó de no haber manejado de forma apropiada las denuncias de abuso de curas.