Décimo viernes consecutivo de protestas en Argelia
Fotografía: AFP




Argel, Argelia.

Una marea humana invadió las calles de Argel nuevamente este viernes, el décimo consecutivo de protestas en todo el país, contra las figuras del "sistema" que permanecen en el poder después de la dimisión, el 2 de abril, del presidente Abdelaziz Buteflika.

La importante movilización, constatada igualmente en otras ciudades de Argelia, parece indicar que los manifestantes siguen decididos a que se satisfagan sus reivindicaciones prioritarias: la salida de las figuras del régimen de Buteflika y la instauración de instituciones de transición.

"Nada de medias revoluciones", tituló en portada de su edición de fin de semana el diario El Watan, llamando a seguir protestando hasta el fin total "del sistema". En las redes sociales hubo llamamientos similares.

"Queremos que este sistema se vaya y que todos los ladrones sean juzgados", declaró Zohra, profesor de 55 años, llegado desde Jijel, a 350 km de carretera, con su hijo Mohamed, de 25 años.

Multitud de manifestantes se unieron al inicio de la tarde, tras la gran oración musulmana del viernes, a los cientos de participantes congregados desde la mañana ante la Grande Poste, el edificio emblemático del centro de Argel, convertido en el epicentro de la protesta.

La comitiva se extendía en varios kilómetros a lo largo de diversos ejes del centro de la capital, según periodistas de la AFP.

Las miles de personas allí reunidas gritan frases como "¡Sistema, lárgate" o "¡Robasteis el país, ladrones!".

Grandes atascos bloqueaban las entradas de la capital, debido a las barreras de control establecidas por las fuerzas de seguridad, indicaron manifestantes.

Diseño: AFP

Además de la manifestación de Argel, la televisión nacional muestra imágenes de grandes cortejos en Orán y en Constantina, la segunda y tercera ciudad del país, y en Sétif (200 km al sureste de Argel).

La movilización sigue siendo muy importante en Constantina, indicó a la AFP un periodista local. Se ha debilitado en Annaba, la cuarta ciudad del país, indicó otro compañero en el terreno.

Los manifestantes confluyen probablemente animados por los acontecimientos de esta semana, en la que se produjeron nuevas destituciones, convocatorias judiciales y nuevas investigaciones de los caciques del régimen, así como el arresto de ricos empresarios.

El poder, sin embargo, no cede en lo esencial: Abdelkader Bensalah, un hombre del aparato que acompañó a Abdelaziz Buteflika durante 20 años en el poder y hasta su dimisión el 2 de abril, sigue siendo jefe de Estado interino. Y Nuredin Bedui, otro elemento del régimen, sigue de primer ministro del "gobierno de la vergüenza", como le llaman los manifestantes.

Los manifestantes rechazan particularmente que las estructuras y figuras del aparato heredado de Buteflika organicen las elecciones presidenciales fijadas para el 4 de julio y reclaman una transición dirigida por savia nueva.

"¿Cómo van a organizar unas elecciones honestas unos mafiosos y estafadores?", se preguntó Mohamed, un camarero de 23 años.