La cuesta de enero, consecuencia de felicidad
Fotografía; Redes sociales




Guadalajara, Jalisco.

Al Monte de Piedad en su sucursal más grande de Guadalajara ubicada en Analco, llegan personas urgidas. La cuesta de Enero, esa crisis financiera tras el derroche de felicidad con aguinaldos, quincenas adelantadas, fiestas y regalos de navidad, sigue siendo el motivo para ir a empeñar objetos y recuperarlos si se es disciplinado, en un mes.

El señor Rómulo llevaba un reloj de lujo pero no pudo colocar por falta de factura. Es una de las diferencias entre el Monte de Piedad y las otras casas de empeño: para tomar cualquier objeto de valor en necesario exhibir los documentos que garanticen no fue robado.

Quien llegó con un ecualizador salió con el mismo porque no llevaba el equipo completo. Su decepción la resolvió a unos pasos en otra casa de empeño donde sí le dieron lo que buscaba de dinero.

Pero hay quienes ya le hayan al asunto del empeño y lo manejan como forma de recuperarse. Julio salió satisfecho de la ventanilla de avalúos.

Mientras afuera una familia se retiró desilusionada por no poder empeñar una tablet y un celular al no llevar su caja y cables, adentro del Monte de Piedad otras personas escogían joyería “perdida” porque los acredores la dejaron perder. El ciclo de poner en circulación los bienes ganado o perdiendo, en 2020 sigue intacto. 


Jade Ramírez Cuevas Villanueva