Corralones de Jalisco: robos con aval. Parte I: Le roban en la calle… y en el depósito metropolitano

Hay varios motivos para que un medio de transporte termine en un corralón, pero lo lo único seguro es que tu carro no estará seguro. ¿Qué tranza se esconde detrás de la burocracias de los corralones?



Guadalajara, Jalisco. 

Si estacionaste en un lugar no permitido, participas en un accidente que no provocaste o tu placa no está en el sitio indicado, puedes estar seguro que pasarás por una calamidad.

El verdadero calvario llegará cuando tu vehículo sea remitido a un corralón, pues seguramente no llegará completo y, conforme pasen los días, irá perdiendo piezas e incluso hasta desaparecer.

En el papel, la Ley y el Reglamento de Tránsito de Jalisco, señalan que los depósitos vehiculares son espacios de control municipal o concesionado a empresas privadas, los cuales son utilizados para guardar el vehículo que quedó como garantía a disposición de la autoridad, y que se supone “son seguros”.

Estos depósitos, además, se utilizan para almacenar y resguardar bienes muebles y vehículos accidentados, retenidos o descompuestos, o bien recuperados de robo, que quedan bajo custodia como garantía de que se pague la sanción interpuesta o sean reclamados por sus dueños.

Hace unos años, descacharrizar las calles y avenidas de Guadalajara era una prioridad. Tanto así, que cuando estos pertenecían al desaparecido Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) se habilitaron corralones modelo” con sistema de videovigilancia y los autos ingresaban incluso con un seguro antirrobo.

  • Pero en esta administración el IJAS desapareció y, con él, esa política de servicio. Hoy, los vehículos quedan en los corralones bajo su propio riesgo.
Corralones de Jalisco: robos con aval. Parte I: Le roban en la calle… y en el depósito metropolitano

Fotografía: Comunicación Social de Tlajomulco

La transa, porque eso es, empieza desde que aparece la grúa. Una vez que ésta engancha el automotor, quien primero buscará chantajearte es el chofer que te remolcará y pretenderá cobrarte entre cuatro mil 500 y hasta 10 mil pesos por desengancharlo.

Y si no pudiste recuperar tu vehículo en las primeras horas, entonces vendrán una serie de problemas y de burocracia que te llevará días, semanas, meses y hasta años para volver a subir a tu unidad.

Moisés Aguilar, por ejemplo, corrió con la mala suerte de sufrir dos veces el robo de su vehículo. Cuando lo recuperaron, le dijeron que estaba en el corralón metropolitano. Fue ahí sólo para descubrir que desapareció.

A ese corralón van los vehículos asegurados en Guadalajara, Zapopan y Tlaquepaque. Pero, salvo éstos, en los otros 122 municipios hay reglas distintas y los depósitos vehiculares son privados.

Y como se trata de corralones privados, el propietario de la unidad está obligado a pagar una cuota diaria por el “resguardo”. Y este resguardo está entrecomillado porque realmente no lo hay.

Corralones de Jalisco: robos con aval. Parte I: Le roban en la calle… y en el depósito metropolitano

Elaboración propia

Por ejemplo, si te retiraron tu motocicleta pagarás desde 24 pesos por día; si es un auto, sube a casi 100 pesos; si ya es una camioneta, un minibús o un montacargas, el precio llega casi a los 200 pesos diarios.

Ni hablar si te quitaron un tráiler, pues ahí la cantidad se dispara a 290 pesos por día encerrado. Y además, se cobra una cuota adicional si estos vehículos están cargados.

El tema es que, para recuperar tu unidad, debes enfrentarte a la burocracia. Una burocracia tortuosa para obtener tu carta de liberación, lo cual no ha ayudado a despresurizar los ya saturados corralones.

¿Cómo han tratado de resarcir este rezago?

El Congreso del Estado y la Secretaría de Administración han hecho su intento. Por supuesto, sin éxito alguno.

Quédate para la segunda parte de este trabajo especial sobre la mafia que hay en los corralones de Jalisco, donde lo único seguro es que tu carro no estará seguro.

Presiona aquí para acceder al trabajo especial completo.  


Henry Saldaña