El Congreso de EEUU se une para ayudar a las víctimas de Harvey




Washington, Estados Unidos.

Tras el receso estival, el Congreso de Estados Unidos comenzó el miércoles a votar para desbloquear fondos de emergencia para las víctimas de la tormenta Harvey, en un raro consenso entre la mayoría republicana, la oposición demócrata...y el presidente Donald Trump.

Paralelamente, el mandatario anunció un sorpresivo acuerdo con los legisladores para aumentar el techo de la deuda federal hasta el 15 de diciembre, lo que evitaría un incumplimiento de pagos de Estados Unidos a finales de septiembre.

"Siempre estaremos de acuerdo en el límite de la deuda", dijo Trump a la prensa, "porque es importante".

Harvey impactó en Texas el 25 de agosto, causando masivas inundaciones durante más de una semana, en particular en Houston, cuarta ciudad del país, y alterando el retorno a la actividad política en Washington.

De inmediato, Trump pidió una partida inicial para la agencia federal de emergencias, FEMA, y para otorgar préstamos a pequeñas empresas dañadas por Harvey, algo rápidamente aceptado por los líderes de ambos partidos.

La Cámara de Representantes aprobó el miércoles por casi unanimidad, por 419 votos contra tres, un texto que prevé una partida inicial de 7 mil 850 millones de dólares, de los más de 100 mil millones que se estima será la factura final por la catástrofe.

Ahora el texto pasa al Senado, que lo votará en los próximos días.

"Tras este desastre, nuestra nación se ha unido", dijo el jefe de la mayoría republicana en la cámara baja, Kevin McCarthy. "Estamos con ustedes y así permaneceremos hasta que seamos más fuertes que antes".

Esta actitud contrasta con los largos debates que siguieron al huracán Sandy en 2012. El noreste azotado entonces por ese desastre natural es una región predominantemente demócrata, a diferencia de Texas, un bastión conservador.

Hace cinco años, los conservadores se negaron a firmar un cheque que no fuera compensado por reducciones en otras áreas del presupuesto; la mayoría de los republicanos se opuso y la ley terminó pasando con ayuda de los demócratas.

- El espinoso tope de la deuda -

Pero los líderes de la mayoría están tratando de aprovechar el espíritu de unidad para aprobar al mismo tiempo otra ley mucho más controvertida: el aumento del tope de la deuda pública estadounidense.

En Estados Unidos, el Congreso marca el máximo nivel de endeudamiento del gobierno federal, actualmente de 19,9 billones de dólares. El Tesoro necesita que ese techo aumente en las próximas semanas para evitar un incumplimiento de pagos.

Pero aprobar más endeudamiento es un anatema para muchos conservadores, a quienes sus votantes eligieron precisamente para lo contrario. Por eso, el Ejecutivo y los líderes del Congreso quieren agregarlo como una enmienda al texto sobre Harvey.

Los demócratas apoyan esta táctica, pero con condiciones: dicen sí a subir el techo de la deuda, pero sólo por tres meses, no hasta finales de 2018 como quieren los republicanos. Este plazo más corto daría a los demócratas más posibilidades de negociar concesiones, ya que cuentan con una minoría de bloqueo en el Senado.

Un chantaje "ridículo y escandaloso", dijo Ryan el miércoles en la mañana. Pero unas horas después, tras una reunión en la Casa Blanca, los jefes de las bancadas demócratas dijeron haber alcanzado un acuerdo con Trump sobre este plan.

"Acordamos una prórroga de tres meses del techo de la deuda, que ellos consideran sagrada e importante", dijo el presidente a periodistas.

Por lo tanto, los senadores tendrían que votar un único texto combinando la ayuda de emergencia por Harvey, elevando el techo de la deuda hasta el 15 de diciembre, y previendo el financiamiento del Estado federal hasta esa fecha.

El año fiscal 2018 comienza el 1 de octubre y las administraciones no pueden funcionar si sus créditos operativos no son aprobados por el Congreso antes de esa fecha.

Esta solución permitiría disipar de un solo golpe la tensión, al aproximarse el plazo límite de finales de septiembre.

Pero el compromiso sólo pospondría a diciembre la inevitable pulseada entre el oficialismo la oposición, sobre todo en el tema migratorio y de financiamiento del muro en la frontera mexicana, que Trump está comprometido a construir y que los demócratas no quieren.