Comienzan las consultas en Líbano para elegir nuevo primer ministro
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Beirut, Líbano.

El presidente libanés Michel Aoun inició este jueves consultas parlamentarias, aplazadas varias veces, para elegir jefe de gobierno y reemplazar a Saad Hariri, que en octubre dimitió bajo la presión de los manifestantes y el miércoles renunció a su propia sucesión.

Hassan Diab, vicepresidente de la Universidad americana de Beirut (AUB) y ex ministro de Educación (2011-2014) es presentado como favorito para suceder a Hariri, después de semanas de vacilaciones.

Este jueves, recibió el apoyo del poderoso movimiento chiita Hezbolá, que posee mayoría en el Parlamento junto a sus aliados, pero su candidatura fue rechazada por el principal bloque parlamentario sunita.

Al borde del colapso económico, Líbano vive desde el pasado 17 de octubre al ritmo de un levantamiento popular inédito contra la totalidad de la clase dirigente, acusada de corrupción e incompetencia.

Tras lograr la dimisión de Hariri y de su gobierno el 29 de octubre, el movimiento reclama la formación de un gabinete libre, de tecnócratas, e independiente de la clase política en el poder desde el fin de la guerra civil (1975-1990).

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Tras varios informes, el presidente Aoun lanzó finalmente este jueves en el palacio de Baabda consultas parlamentarias previstas por la Constitución, que se iniciaron con una entrevista con Saad Hariri.

El miércoles por la noche, Hariri renunció a dirigir el futuro gobierno.

"Me esforcé por responder a las peticiones [de los manifestantes libaneses] para un gobierno de expertos, que considero la única solución para responder a la crisis económica y social que atraviesa nuestro país", declaró Hariri.

"Anuncio que no seré candidato para formar el próximo gobierno", dijo en su comunicado.

El primer ministro saliente se erigió como defensor de una reforma económica. Los manifestantes lo tildan en cambio de producto de la política heredada en Líbano.

- Rechazo del bloque sunita -

Este jueves por la mañana, los principales dirigentes libaneses llegaron con cuentagotas al palacio presidencial, situado en los altos de Beirut, para las consultas con Aoun.

Los medios libaneses anunciaron que Hassan Diab, un ingeniero de 60 años poco conocido por el gran público, es el favorito para dirigir un nuevo gabinete.

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"Hassan Diab es el nuevo primer ministro encargado de formar un gobierno", llegó a titular este jueves el diario An Nahar.

El sistema político de ese país multiconfesional está concebido para garantizar un equilibrio entre las diferentes comunidades religiosas, con un primer ministro sunita apoyado en principio por los principales dirigentes de su comunidad.

Varios dirigentes, sin embargo, como Hariri y su movimiento Corriente del Futuro, no han apoyado todavía a Diab, cuyo nombramiento, en cambio, es respaldado por el Hezbolá y sus aliados.

- "Cisma sunita-chiita" -

Según Imad Salamey, investigador en Ciencias Políticas en la Universidad libanesa americana (LAU), "si Diab es nombrado primer ministro, el próximo gobierno estará dominado por el Hezbolá (y sus aliados), sin cobertura política para Hariri y los sunitas".

Una situación, dice a la AFP, que "provocaría un cisma sunita-chiita en Líbano, y ahogaría la revolución en los discursos confesionales".

Este jueves en las calles y en las plazas de las principales ciudades del país los libaneses seguían manteniendo la presión sobre sus dirigentes, aunque cada vez hay menos personas con respecto a las primeras protestas.

Globalmente pacífico, el movimiento de protesta estuvo marcado sin embargo, entre sábado y martes, por incidentes nocturnos particularmente violentos.

Las tensiones están además avivadas por el agravamiento de la crisis económica y financiera en este país endeudado, donde un tercio de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

El Banco Mundial (BM) prevé una recesión para 2019 de un mínimo 0,2% y la moneda local, la libra libanesa, indexada respecto al dólares desde 1997, ha perdido cerca del 30% de su valor en el mercado negro.