Cierre de Hillasal refleja la  crisis de industria textil de México




Guadalajara, Jalisco.

La quiebra de Hillasal, la fábrica de toallas que llegó a ser la más grande de Latinoamérica, es parte de la crisis que enfrenta la industria textil en México.

La entrada sin freno de mercancía subvaluada al país, el comercio informal y marcas extranjeras a bajo costo tienen al borde del cierre a otras 22 empresas, el total de afiliados de la Cámara de la Industria Textil de Jalisco.

El presidente de sector en el estado, José Luis Morales advirtió que al menos una compañía más podría cerrar este mismo año por las precarias condiciones en las que operan: deudas, altos costos de producción y precios que a ojos del consumidor son elevados.

"Normalmente las industrias en Jalisco producían su propia marca, después se dedicaron a maquilar a otras marcas que han estado creciendo más. El consumo es cada vez menor esa es la problemática, hay marcas o comercios que han venido de fuera y a todos les llama la atención por su moda, por sus precio, por sus tiendas, todo eso ha venido a mellar y en un mercado más bajito está la informalidad".

El empresario aseguró que los filtros establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en aduanas han quedado en buenas intenciones, debido a que no se ha podido controlar el ingreso de prendas de procedencia ilegal o con precios irrisorios.

La mercancía subvaluada que más entra al país es de bonetería y moda para dama que provienen de China y Vietnam.

Señaló que es complicado sobrevivir cuando un par de calcetines cuesta 5 pesos en el mercado informal y 60 pesos en un comercio establecido.

En los últimos días, Hillasal liquidó en su planta de El Salto al menos a 300 empleados, aunque mantiene operaciones en El Salvador, su país de origen.


Georgina Iliana García Solís