Casa abandonada es foco de infección para vecinos de Jardines del Bosque
Fotografía: Jade Ramírez




Guadalajara, Jalisco.

En la avenida de la Arboleda número 836 esquina con la calle Atmósfera en Guadalajara, las autoridades municipales han dejado crecer un foco de riesgo sanitario en la casa abandonada donde antes estaba la escuela particular, Comunidad Educativa Ideo.

Por denuncias de vecinos nos percatamos que adentro de la finca, detrás de la lonas y entre muros derrumbándose desde hace cuatro años, viven personas sobre toneladas de basura y desechos fecales, metales, plásticos.

Al llegar salió un hombre que argumentó ir al lugar porque vendía fierro y evasivo me platicó algunos detalles

Mientras estuvimos afuera de la finca pasaron patrullas de la policía de Guadalajara. Los vecinos que se acercaron aseguraron que tienen imágenes de cómo la corporación alienta el ingreso de personas ahí aunque es riesgoso. A diez minutos del lugar están las oficinas de la CoprisJal, la Comisión para los Riegos Sanitarios de Jalisco, es visible cómo el lugar se ha transformado y los olores que despiden de ahí son animal muerto.

Logramos pasar la puerta y en pocos pasos comprobar que adentro hay mujeres con problemas de salud mental, hombres pepenando basura, habitaciones acondicionadas y perros. Daniel Sadh vive enfrente de la finca ocupada, relata que se ha vuelto un problema de seguridad y salud pública lo que ahí sucede y es conocimiento de las autoridades pero nanie le pone fin.

Vecinas aledañas expresaron a Señal Informativa que alrededor de ese cruce en Atmósfera y avenida Arboledas, las personas en situación de calle roban los botes de basura, merodean e inhiben el disfrute del camellón en la pista para correr. Lo que saben es que los dueños de la propiedad fallecieron y los hijos que heredaron entraron en disputa. Con el inicio de las lluvias entre la chatarra hay torbellinos de moscos y ratas.

Las vecinas y vecinos que se acercaron a la hora que estuvimos ahí esperando hablar con el supuesto encargado del lugar, además de expresar preocupación y molestia no se explican por qué las autoridades municipales si conocen el problema, no limpiar y clausuran el sitio.

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Jade Ramírez Cuevas Villanueva