Guadalajara, Jalisco.
Ni un mensaje de "Precaución" está a la vista, en las obras de rescate urbano de Los Arcos de Loma Dorada. El ingreso principal al municipio de Tonalá está colapsado. Peatones y automovilistas son sorprendidos cada día con un cierre de circulación nuevo o cambio de derrotero del transporte público, en medio de banquetas deshechas, escombros y tubos salidos. En ningún lado hay aviso de rutas alternas.
Las personas que cruzan a pie la zona carecen de pasos seguros; tienen que torean los automóviles y los fierros de la obra, denuncia la vecina Nicacia Flores.
Trinidad Núñez no niega que las obras le darán otro rostro a Loma Dorada, pero aclara que falta planeación y agentes viales que pongan orden.
En el cuello de botella que se convierte Río Nilo, el transporte público corta camino y los usuarios tienen que cazar a las unidades.
A pesar de las molestias ocasionadas, José de Jesús Mercado, quien tiene una carnicería frente a las obras, considera que la espera valdrá la pena.
La obra que inició el 22 de agosto, consiste en la colocación de concreto hidráulico estampado sobre la avenida Río Nilo, desde Arroyo El Rosario hasta la glorieta de Loma Dorada y alrededores. El Ayuntamiento de Tonalá invierte 10 millones de pesos en este rescate urbano, que abarca restauración de Los Arcos y sustitución de luminarias.