Cannes cumple 70 años - Recuerdos de sus protagonistas




París, Francia

Con motivo del 70º aniversario del Festival de Cannes, personalidades del mundo del cine recuerdan su primera experiencia en La Croisette y su mejor recuerdo.

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Esta es la tercera entrega de los testimonios recogidos por la AFP en todo el mundo.

- La actriz y directora estadounidense Jodie Foster

"La primera vez tenía 13 años, fue con 'Taxi Driver'. Lo que más me marcó fue la primera rueda de prensa. Yo hablaba francés desde pequeña pero era la primera vez que estaba en una sala llena de adultos haciéndome preguntas en francés [...] Había algo muy poderoso en todo eso.

"Mi mejor recuerdo es cuando vine con 'El castor' [su tercera película como directora, en 2011]. Teníamos que gestionar el escándalo de Mel Gibson [que había hecho unas declaraciones antisemitas y racistas] Subimos las escaleras, íbamos cogidos de la mano. Él temblaba. Me dijo, 'Tengo miedo de los buu'. Estábamos nerviosos pero solo hubo aplausos que duraron mucho tiempo".

- La directora de cine francesa Nicole Garcia

"Mi primer festival fue muy divertido. Había ido como actriz por la película 'La Question' de Laurent Heynemann y dormíamos diez en un estudio. Todavía era la inocencia..."

"Mi mejor recuerdo son las tres veces en las que fui en competición, cuando me anunciaron que iba. Vaya como vaya, encuentro que Cannes es de una gran violencia para un cineasta. Se vive una sobreexposición, una presión de todo el mundo y uno siente que se está jugando algo".

- El director de cine italiano Matteo Garrone

"Mi primer recuerdo de Cannes es también el mejor, cuando fui en competición con 'Gomorra', en 2008. Estaba entonces con mi compañera, que esperaba nuestro primer hijo, y subimos juntos las escaleras. Cuando entramos en la gran sala, no nos habían avisado de que nos filmarían en directo hasta nuestros asientos y, de repente, vimos aparecer nuestras dos caras inmensas en la pantalla gigante, bajo los aplausos de 2.000 personas. Estábamos petrificados por la emoción".

- El expresidente del festival Gilles Jacob

"Mi primer festival fue el de 1964 (...) Estaba tolerado como periodista pero no era conocido. O sea que para nosotros hubo mininovatadas y algunas sesiones prohibidas (...) Por suerte, Jean-Louis Bory, crítico y novelista, me tomó bajo su ala. Pronto me pudieron sentar cerca de él en la gran sala: me había apadrinado, había ganado la partida".

"Mi mejor recuerdo es primero el día de 1975 en que, totalmente desnudo, bajo la ducha de un gimnasio, el ministro de Cultura Michel d'Ornano me dijo: 'Le nombro a la cabeza del Festival'. Luego, el día de 2014 cuando, después de 38 años de leales servicios, el alcalde de Cannes me invita. A través de él, toda la ciudad me festeja".

- El director chileno Alejandro Jodorowsky

"Di mi vida por 'La danza de la realidad' (2013) y estaba deprimido de no estar en la selección oficial. Pero cuando Édouard Waintrop [el delegado general de la Quincena de Realizadores] me telefoneó para decirme que estaba seleccionado, me dije 'es aquí dónde debo estar'. Estaba encantado. En la alfombra roja hubiese habido toda esa gente vestida de pingüino, que son ricos y habrían venido a aplaudir una película sobre la miseria".

- El director de cine surcoreano Kim Seong-hun

"Cuando vine a Cannes en 2014 con 'Hard Day', fue una gran sorpresa para mi ver un festival de esta envergadura.

"Tengo dos muy buenos recuerdos. El primero es haber podido participar en una sesión de cine al aire libre al borde del mar, con una cerveza en la mano. Era algo bastante exquisito para mí y que no había hecho nunca. El segundo es la calidad del material. Fue alucinante porque pude incluso reconocer sonidos que nunca había oído en mi película cuando la vi en Corea".

- El director de cine francés Cédric Klapisch

"Una vez, con el guionista [argentino] Santiago Amigorena, íbamos en moto y una chica nos dio la dirección de una fiesta. No la oímos o sea que me precipité para atraparla, y no me di cuenta de que había arrancado tan rápido que Santiago se había caído al suelo. Lo recuperé hecho trizas".

"Con 'L'Auberge Espagnole' ['Una casa de locos'], hubo una especie de noche de locura en la que, tras una proyección, vinieron un centenar de compradores extranjeros y nos arrancaron la película de las manos. Se hicieron acuerdos hasta las cuatro o cinco de la mañana".