"Servidor público defiende el trabajo de la ciudadanía, nosotros te pagamos" fue uno de los reclamos plasmados en las cartulinas, que portaron calandrieros y familiares en su camino por avenida Vallarta hacia presidencia municipal de Guadalajara, donde tres de sus compañeros iniciaron una huelga de hambre hace siete días.
La mayoría de los opositores a los carruajes eléctricos la pasa mal. Desde hace casi un mes no pueden trabajar por falta de permiso, lamentó Carlos Méndez, la tercera generación de su familia dedicada a los paseos turísticos en calandrias jaladas por caballos.
Los calandrieros denunciaron que el Ayuntamiento de Guadalajara hace todo para que no vuelvan a trabajar, luego de que fueron retirados de la circulación por no estar en regla.
Las revisiones a los animales se han hecho de manera superficial y todavía no les entregan los certificados que avalan su buen estado, por lo que temen que sean alterados o que les retrasen la expedición de permisos hasta después de vacaciones.
Al respecto habla el secretario General de la Unión de Carruajes de Alquiler, Rafael Méndez.
A una semana de que tres calandrieros iniciaron una huelga de hambre, el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro tampoco ha mostrado sensibilidad para mediar, exhibió el líder de los calandrieros.