La barranca, Ixtlahuacán del Río y Tlacotán, una ruta turística por descubrir
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Ixtlahuacán del Río, Jalisco.

Tlacotán es un pueblo apacible de alrededor de 800 habitantes. Es una delegación de Ixtlahuacán del Río, el primer municipio que está detrás de la barranca del río Santiago.

Por ello, sus habitantes y el presidente municipal, Pedro Haro Ocampo, quieren dar a conocer una nueva ruta turística para los vecinos del Área Metropolitana de Guadalajara, dada su cercanía, por la carretera a Saltillo.

La primera parada es un restaurante campestre localizado en el kilómetro 34, La Magueyera, desde donde se aprecia la mejor vista de la barranca y la cascada “La Cola de Caballo”.

Jesús Orozco, responsable del restaurante dijo que el mayor atractivo del lugar es su ubicación frente a la imponente barranca.

“Es buena opción para despejarse un poco de la ciudad. No estamos tan lejos. Son 35 minutos de Guadalajara. No está tan retirado de la ciudad. Es el plus aquí la vista de la barranca, fuera de lo normal”, señaló.

Ixtlahucán del Río está en el kilómetro 53. El alcalde expresó que además del pueblo de Tepaca, donde se puede practicar el turismo de montaña o la historia y tradición de Tlacotán, existe una oferta gastronómica variada.

“Tenemos un arte culinario muy bueno aquí en Ixtlahuacán. Tenemos el restaurante Pentecostés, el restaurante Piedras Negras, hay dos restaurantes donde preparan pescados fritos, que ahí cultivan los peces y son muy sanos, como el de Don Pepe Esparza o La Higuera. Y los tacos. Ixtlahuacán del Río es un municipio que se le conoce por los tacos. Es una tradición. Tenemos Tacos Juan, Tacos Arturo y demás”.

Después de Ixtlahuacán del Río la ruta dirige hacia Tlacotán, distante a 12 kilómetros. Ahí sus calles, el santuario, su plaza y la tradición invitan a conocerlo.

Martha Madrigal elabora tostadas raspadas en forma artesanal. Sigue la tradición de su madre, desde hace más de 50 años. Las tostadas son famosas en los poblados cercanos y entre los habitantes de Tlacotán, ya que prepara el nixtamal, tortea, raspa la tostada con la mano del metate y las pone a desecar al sol.

Fotografía: Ignacio Pérez Vega

“Es poner el nixtamal, hacer el nixtamal, llevarlo al molino, traer la masa y hacer una tortilla normal. La raspamos. Ese es el chiste que tiene rasparla, ahí es donde se lleva su tiempo. Se necesita el metate, se raspa con la mano del metate para poderla raspar. De otra forma no se puede. En la ciudad ya no se hacen así las tostadas. Tenía una cuñada que también las hacía, pero ella ya no está”, narró.

La música y el baile también tienen intérpretes en Tlacotán. Los Pacheco le “talonean” en restaurantes o en fiestas de la región.

Los Pacheco. Créditos: Ignacio Pérez Vega

El ballet folclórico Tenamaxtli, nombre que le hace honor al líder caxcán que enfrentó a los conquistadores en Tlacotán, poco a poco forja su historia, explicó el coordinador, Antonio Nava.

Ballet folclórico Tenamaxtli. Créditos: - Ignacio Pérez Vega

“Hemos ido a la capital, a Guadalajara, a otros estados como a Zacatecas, a Moyahua y municipios vecinos. Es en honor a Tenamaxtli, es el nombre de un guerrero caxcán que vino aquí a Ixtlahuacán. De hecho, lo encuentran en el escudo de armas de Ixtlahuacán”, explicó.

Gastronomía, historia, naturaleza y tranquilidad, son los ingredientes principales de la ruta turística que proponen Ixtlahucán del Río y sus delegaciones, entre ellas, Tlacotán, lugar donde por tercera vez se fundó Guadalajara, en 1535.

Ignacio Pérez Vega