Guadalajara, Jalisco.
La dependencia de México a las importaciones, así como el alza de la gasolina, gas y electricidad impulsan los precios en este inicio de año. En enero de 2018, el Inegi registró una inflación del 5.55%, la más alta de un arranque de año desde el 2009.
El académico del Iteso, Ignacio Román alertó que difícilmente se cerrará el año con una tasa del 4%, el pronóstico del Banco de México.
“La forma en que el gobierno ha tratado de ir paleando esta situación ha sido manejando una serie de variaciones, por ejemplo, impositivas sobre la gasolina. En la medida que se va a encareciendo la importación de gasolina se va aumentando el subsidio y reduciendo el impuesto que cobra el Estado mexicano por la venta de las gasolinas, pero la posibilidad de aumentar subsidio o de reducir impuesto es menor al propio aumento que están teniendo las gasolinas” sañaló el académico, Ignacio Román.
Los productos que más se encarecieron en enero fueron el plátano en un 20%, la papa en 10%, el huevo en 7%, la gasolina Magna en 3.19% y el gas LP en 2.99%. El precio de los energéticos en general se incrementó en un 7%, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
El economista expuso que no sería alarmante si los salarios aumentaran por encima de los precios y no ocurriera una constante pérdida del poder adquisitivo.
Aclaró que ninguna recomendación para no padecer la inflación surtirá efecto, en tanto el gobierno mexicano no tenga una política energética cimentada en la refinación del petróleo y producción de gasolina, que reduzca la dependencia a la importación del combustible, contrario a la apuesta actual centrada en la búsqueda del petróleo y rentabilizar empresas gigantescas.
Ignacio Román señaló que los ciudadanos deben ejercer presión en este año electoral para que no se le dé continuidad a las mismas estrategias, que han generado una mayor vulnerabilidad del país.