Zapopan, Jalisco.

Durante años se desempeñaron en diversas dependencias del gobierno municipal de Zapopan, algunos en alumbrado, obras públicas, mantenimiento vehicular, aseo, parques y jardines, pero un día su rutina cambió.

Alrededor de 13 hombres llegan todos los días puntuales a la dirección de Recursos Humanos a registrar la entrada a su turno, después de eso se sientan en una silla en uno de los pasillos del tercer piso de la Unidad Administrativa Basílica y esperan.

Esperan órdenes. Alguien que vaya y los reasigne de área, que los transfieran a otra dependencia o que los ponga a hacer algo. Su jornada laboral se va entre las bancas y los muros. Algunos esperan días, hay quien tiene más de un año en espera de su reubicación.

Aunque el salario no es problema, ya que por ocupar una silla durante la jornada laboral tienen merecido su puntual pago. Los trabajadores del Ayuntamiento relegados, quienes han preferido no hacer declaraciones, han mostrado su descontento ante lo que ellos llaman una muestra de la soberbia del ayuntamiento y presión para que abandonen sus puestos y poder así colocar a alguien más.