Guadalajara, Jalisco.

Tras meses de recibir evasivas de parte de la Financiera Coincidir, ahorradores de Jalisco, Guanajuato, Querétaro y Michoacán se presentaron en las únicas oficinas que quedan de la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) para exigir el regreso de su patrimonio.

Su desesperación los obligó a plantear la posibilidad de tomar las instalaciones de la firma que tiene mil 250 clientes, quienes en suma temen perder mil 200 millones de pesos.

La Sofipo dejó de pagar rendimientos y negó el retiro de inversiones a contratos vencidos desde el mes de mayo, luego de haber cerrado paulatinamente más de 50 sucursales en cuatro estados del país.

Los afectados han promovido quejas y demandas mercantiles a través de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). El compromiso hecho por Coincidir fue que esta semana se les informaría cómo y cuándo podrían recuperar su dinero.

"Resulta que no, que no tienen información, no nos dan nada escrito, el trato con el que nos atienden, nos atienden con groserías. La persona que está ahí atendiendo nos agrede y solamente nos vuelven a entregar atole con el dedo, una carta que ya fue entregada a las autoridades, no para los clientes insisto, en la que dice que tiene la solución a finales de mes, pero no especifica tiempo, espacio ni hora".

Fotografía: Georgina García Solís

La Financiera Coincidir reconoció una "falta de liquidez transitoria" en un documento que envió el 4 de septiembre a la Condusef y que representa la única versión oficial de lo que ha sucedido con los ahorros de cientos de clientes.

Los tres empleados que conserva la Sofipo han informado a los afectados, -la mayoría adultos mayores-, que las carteras de créditos e inversiones serán vendidas a una institución bancaria para poder solucionar este problema.

El presidente del Consejo de Administración de Coincidir, Carlos Obregón, ha asegurado en entrevistas a varios medios de comunicación que no están en quiebra y que enfrentan la falta de liquidez debido a que hicieron préstamos agrícolas, que se cobran hasta que se comercializan las cosechas.