Ciudad Guzmán, Jalisco.
El crecimiento de la superficie dedicada a la siembra de aguacate crece a un ritmo de 27% anual, lo cual, en la actualidad, hace que esa extensión se pueda duplicar en menos de cuatro años, alerta la investigadora del Instituto de Investigación de Comportamiento Alimentario del Centro Universitario del Sur de la UdeG, Fatima Ezzahra Housni.
La especialista advierte que no es solamente San Gabriel escenario de desastres consumados o probables.
Al norte de la región, en el municipio de Atoyac, los vecinos del poblado Poncitlán 1, viven ya bajo la cotidianidad de un suelo que gradualmente se hunde: la causa es la sobredemanda de agua en la sierra del Tigre para las huertas de aguacate, un problema que podría replicarse en centros urbanos tan importantes como Ciudad Guzmán, pues la región completa tiene suelos frágiles.