Acreedores desbloquean 8 mil 500 millones de euros de ayuda a Grecia




Luxemburgo, Luxemburgo.

Tras meses de desencuentros, Grecia dispondrá de nuevos fondos de sus acreedores, a través de un acuerdo cerrado el jueves en la noche que aleja otra crisis de la zona euro y logra sumar a bordo a un hasta ahora reticente FMI.

"Me complace anunciar que alcanzamos un acuerdo sobre todos los elementos", indicó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que avanzó un pacto para desembolsar a Grecia 8 mil 500 millones de euros (cerca de 9.500 millones de dólares).

Grecia necesitaba urgentemente nuevos fondos para poder hacer frente a la devolución de 7.000 millones de euros a sus acreedores en julio, si bien se negaba a aceptarlos sin concreciones sobre el alivio de su deuda.

Resolver la ecuación no era fácil. Los europeos querían la participación económica del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el actual plan de rescate de 86 mil millones de euros, antes de desbloquear un nuevo tramo.

Pero esta institución también quería antes concreciones sobre los compromisos de los europeos con una reducción de la "insostenible" deuda griega, que alcanza el 179% del PIB, una petición que chocaba con el primer acreedor, Alemania.

Berlín, que enfrenta elecciones legislativas en septiembre, se mostraba reticente a detallar eventuales medidas de alivio para Grecia, impopulares en Alemania, pero quería al FMI a bordo en el actual plan vigente hasta 2018.

El alivio de la deuda "se llevará a cabo al final del programa [en 2018], condicionado a su exitosa implementación", explicó el presidente del Eurogrupo, al término de una reunión de los ministros de Finanzas del euro con Lagarde.

Una de las claves del compromiso alcanzado vino de la mano del ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, quien propuso un mecanismo que permite "adaptar el ritmo del pago [de la deuda] de Grecia" a su crecimiento económico.

- 'Segunda mejor' solución  -

Estas "precisiones", como había anunciado antes del encuentro Dijsselbloem, lograron convencer tanto a Atenas, que había amenazado con vetar el acuerdo, como a Lagarde, que propondrá al FMI contribuir al plan actual, pero con condiciones.

El desembolso de los 2.000 millones de dólares anunciados por la directora gerente se llevará a cabo sólo cuando los europeos hayan acordado formalmente un alivio de la deuda. "Nadie dice que sea la mejor solución. Es la segunda mejor", subrayó Lagarde.

Para la directora gerente del FMI, el acuerdo alcanzado "reconoce el esfuerzo griego" y los "importantes progresos" de sus acreedores, si bien estos últimos son, a su juicio, "insuficientes" para "garantizar la sostenibilidad de la deuda".

"Esta es ahora una luz al final del túnel", dijo por su parte el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, para cuyo país el desbloqueo representaba una nueva etapa hacia el regreso de Grecia a los mercados.

Tras años de crisis, la economía de Grecia, cuya tasa de desempleo alcanzó en febrero el 23,2% según la oficina europea de estadísticas, podría crecer en 2017 un 2,1%, anunció en mayo la Comisión Europea, que rebajó en un 0,6% su anterior proyección.

Según el presidente del Eurogrupo, la recta final del programa servirá para preparar "una estrategia de salida" que permita a Grecia valerse por sí misma "a lo largo del próximo año".

Con esta decisión, los europeos evitan una nueva situación como la vivida en julio de 2015, cuando se aprobó este tercer plan de ayuda, que condujo a la zona euro al borde del abismo y a Grecia al borde de la salida del euro.

Además supone un alivio para una Unión Europea, en pleno debate sobre el futuro de la zona euro, y cuyos mandatarios abordarán en una cumbre la próxima semana las recientes crisis del bloque: la migratoria, el Brexit y los atentados terroristas.